Asimismo, solicitará una medida cautelar para que se implemente «una solución perentoria» para controlar las aguas surgentes y cerrar el pozo a través de una tecnología ambientalmente aceptable.
La ministra María Inés Zigarán precisó que la decisión fue adoptada por la Provincia «luego de un extenso proceso de análisis de diversas alternativas y diálogo con YPF», y no descartó que la demanda pueda alcanzar a otras concesionarias.
Los análisis realizados en el pozo E 3 coinciden en que tanto el suelo como el agua superficial monitoreadas presentan elevadas concentraciones de sales de potasio y sodio, y presencia de hidrocarburos totales de petróleo y cobre, lo que podría estar contaminando la cuenca del Arroyo Yuto, según detalló la funcionaria.
El pozo E 3 Caimancito fue perforado por YPF entre los años 1969 y 1970, pero resultó estéril; por lo que fue abandonado conforme a la normativa vigente en ese momento. En la actualidad el pozo presenta rotura de una válvula y estaría en estado de surgencia desde los años 90.
Las aguas surgentes tienen una temperatura de entre 70° y 87°, y contienen altos niveles de sales, pero además se ha detectado la presencia de hidrocarburos, composición que representa una amenaza en términos de biodiversidad y de preservación de la cuenca del Arroyo Yuto.
“Hemos mantenido con YPF diversas instancias de diálogo, pero atento a que no hemos logrado construir un acuerdo que nos satisfaga es que se ha decidido llevar adelante una acción legal ante la justicia federal, porque tenemos la responsabilidad de garantizar la preservación del ambiente”, afirmó Zigarán.