Este jueves, se reanudó las audiencias del 6º juicio por delitos de lesa humanidad que se está llevando a cabo en Jujuy, tras la feria judicial.
Andrea Lupiañez, representante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) habló sobre los hechos sucedidos en Guerrero, comentó que allí fueron alojadas las víctimas de la causa conocida como “La Noche del Apagón”.
Lupiañez, también dijo que las listas empleadas por estos represores para detener personas eran brindadas por los directivos de la empresa Ledesma, ideólogos del terrorismo de Estado y resaltó la presencia del Obispo Medina, beneficiado por el punto final biológico, quien participaba de las sesiones de tormentos, y remarcó que la dictadura abarcó los ámbitos cívico-militar y eclesiástico.
La querella pasó a relatar los crímenes de índole sexual que padecieron las víctimas en Guerrero. Dijo que estos no fueron hechos aislados, fue una práctica sistemática. Durante el transcurso de este juicio se pudieron constatar que los abusos se dieron incluso contra miembros de las familias de las víctimas.
Son muchos los testimonios de las víctimas que relataron situaciones similares de violencia sexual y agresiones de distintos grados: humillaciones, desnudez forzada, manoseos, golpes y descargas eléctricas, amenazas constantes de violación. Son tres las víctimas que pudieron contar lo sucedido y se animaron a denunciar los abusos que sufrieron a pesar de la constante re-victimización.
Los delitos sexuales encuadrados dentro del plan sistemático involucran a toda la cadena de mando, aunque no hayan participado directamente en la ejecución de los actos, dieron libertad a subordinados para que dispusieran a su voluntad sobre la integridad sexual de las víctimas.
Ante esto, Lupiañez, pidió al tribunal que estos hechos se juzguen como delitos sexuales autónomos a la tortura, desde una perspectiva de género que evidencie el trato diferenciado que tuvieron las mujeres en Guerrero y en Gorriti.
Para comprender estos delitos desde una perspectiva de género, mencionó que era necesario tener en cuenta que el pilar de la llamada lucha contra la subversión fue el ideal patriarcal, burgués y católico, donde la mujer debía cumplir los roles tradicionales de madre y ama de casa, sosteniendo lo que ya habían mencionado las otras querellas.
En caso de que no los cumpliera, se convertía en una subversiva, una enemiga social y terrorista peligrosa para el estado. Para los represores, las víctimas eran peligrosas, así lo demostró el imputado Américo Lescano sobre una de las víctimas a quien descalificó de “oportunista, traicionera y mentirosa” y dijo “exhibiéndose en la vidriera de la maldad”.
Su derecho de defensa no lo autoriza a agredir a la víctima nuevamente, argumentó, y solicitó se dé lugar al juzgado de género y se remita copia de su declaración por el delito de violencia de género, ley vigente al momento en que Lescano hizo esta manifestación.
También pidió que se tengan en cuenta para las sentencias, las secuelas de larga duración y los problemas psicológicos que sufrieron las víctimas sobrevivientes al afrontar todo el horror vivido.
Para concluir, la querella de la APDH pidió al tribunal una sentencia ejemplar, dijo que el proceso de memoria, verdad y justicia no solo tiene como fin el castigo de los imputados, sino que también busca evitar que hechos como estos vuelvan a cometerse.
La audiencia N°98 será el próximo jueves, 18 de agosto, a las 8:30 am en la sala del TOF de Jujuy. La cita revestirá la misma modalidad virtual y será transmitida en vivo por el canal de Youtube del CIJ (Centro de Informaciones Judiciales) https://www.youtube.com/user/cijargentina