Por Ricardo Martínez – periodista Las cosas están bien cuando marchan en conjunto, no cuando unas se adelantan y otras se atrasan. Este principio tiene su naturaleza en una concepción social que hace años permanece olvidada por quienes conducen y gobiernan.
Cuando se pierde el equilibrio entre los que tienen, a los que no les alcanza o no tienen, se agita el conflicto.
Hoy de nuevo emergen escenarios conocidos por la población al soslayarse, ignorarse o querer ocultarse.
Cuando no alcanza el salario para comer, vestirse, hacer estudiar a los hijos, es padecer una realidad que no se puede eludir.
Si se pretende hacer ver que todo está bien y a veces muy bien, se victimiza la palabra y se contradice la realidad.
En Jujuy ha comenzado a generarse esa zona oscura entre gobernantes y gobernados.
Acaso no han servido las experiencias recientes como para sopesar el futuro ?
Se ha generado otra nueva versión de la controversia entre el hecho y la imagen ? Entonces, podría servir la norma para prohibir un derecho constitucional de protestar ?
Se supone que para protestar habría que pedir permiso, limitarse en las expresiones, acatar la demarcación de los espacios donde enojarse para conseguir una mejora ?
Los empleados tampoco quieren seguir con el método de cobrar 150 pesos en tres cuotas como en otros tiempos.
Hay mucha distancia, desequilibrio, entre la posibilidad de aspirar al bienestar (los empleados) y los que lo disfrutan.
Con ésta mirada, entonces, qué se puede espera de estas circunstancias ?