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Las mujeres víctimas de violencia tienen un nuevo lugar donde pedir ayuda

La Casa de Mujeres en Lucha de Jujuy abre un espacio en el que abogados y asistentes sociales brindarán apoyo, contención y asesoría a mujeres víctimas de violencia de género. Queda en avenida Almirante Brown 628, y fue cedido por el Partido del Trabajo y del Pueblo para que la organización, que viene trabajando desde hace más de cinco años, continúe con sus acciones.

Los abogados Mariana Vargas, Natalia Segovia y Daniel Luna brindarán asesoría legal a las mujeres víctimas de violencia que lo necesite, y las asistentes sociales Mónica Coria, Laura Cabezas y Natalia Ríos les ofrecerán contención y apoyo.

Andrea Chaile, referente de la Casa de Mujeres, explicó a El Submarino que a la asesoría legal se sumará “un grupo de contención que trabaje con víctimas de violencia de género, como profesionales, psicólogas sociales y asistentes sociales, que se ofrecieron voluntariamente a ayudar”.

La Casa de Mujeres en Lucha de Jujuy es un movimiento que viene trabajando desde el año 2009. Chaile relató: “En algunos momentos teníamos espacios físicos y en otros no, y eso siempre fue un límite para desarrollar las actividades y las propuestas, y lograr los objetivos”.

Si bien todavía no consiguen un lugar propio donde funcionar -“somos estudiantes, trabajadoras, con familia”, explica Chaile-, al menos el Partido del Trabajo y del Pueblo ofreció parte de las instalaciones de su centro cultural. “Allí tendremos reuniones y atenderemos a las mujeres para darles asesoría legal y de todo tipo”, dijo.

Mientras tanto, recuerdan que está pendiente de respuesta el petitorio que junto a la Multisectorial de la Mujer entregaron al Gobierno provincial. Sobre todo en lo referido a la apertura de más casas refugio para mujeres víctimas de violencia, y allí es donde la Casa de Mujeres en Lucha espera obtener un lugar propio.

“Ya planteamos muchas veces qué necesitábamos, incluso hemos presentado proyectos, pero es muy difícil”, comentó Chaile, aunque admitió que “este año puede ser distinto porque se ha instalado mucho más el tema de la violencia hacia las mujeres”.

“Años antes éramos pocas hablando del tema y dábamos el nombre y apellido de las personas que ejercían violencia, un método que no todos compartían o que a algunos no les gustaba, porque por ahí estaban involucrados algún juez o un abogado; por esas razones nunca nos escucharon”, describe. 

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