Hubo un acto organizado por el Ministerio de Infraestructura, que contó con la participación de 36 alumnos y sus docentes. Por el lado del gobierno, estuvo el secretario de Planificación, Ramiro Tejeda.
Dedicados específicamente a la cuestión de los árboles, esstuvieron Martín Villafañe Tapia, de Native Trees, la empresa responsable del traslado, y Francisco Inomata, paisajista que hizo un trabajo similar en la Ciudad de Buenos Aires, además del equipo técnico responsable del Bio Parque de Ciudad Cultural, encabezado por Inés Roca y Cecilia Paredes.
Tejeda e Inomata explicaron a los estudiantes cómo es el proceso de extracción, protección y posterior reubicación del lapacho rosado, la primera especie en ser trasladada.
Tejeda explicó que se modificó el proyecto original de la obra sobre Av. Balbín, que tenía prevista la tala de más de 200 árboles. «Iniciamos el traslado de los árboles que no pueden quedar en la traza de la avenida por cuestiones viales y de seguridad, y los estamos relocalizando en la Ciudad Cultural”, detalló, y destacó el «proceso participativo» que incluyó a los chicos de la escuela para que conozcan el proceso y el cuidado de esos árboles.
En cuanto al proceso de extracción de arboles y la duración de estos trabajos, dijo que «es lento y minucioso” y requiere especial atención en el cuidado de cada especie. En total, aventuró, se tardará entre 20 días y un mes, dependiendo del tiempo y de las condiciones de cada ejemplar que se extraiga.
El traslado incluye un total aproximado de 120 árboles de unas siete especies nativas, como jacarandá o tarco, lapachos amarillos y rosados, timbó o paracá, algarrobo y ceibos.
“Tenemos que entender al árbol como un paciente que estamos trasladando y darle todos los cuidados necesarios para que se recupere. Es un gran esfuerzo que se realiza con un objetivo claro, salvar al árbol», sintetizó Inomata.