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López Obrador: «El desastre, la catástrofe, permite sostener que la conquista fue un fracaso»

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, consideró hoy que fue “un rotundo fracaso» la conquista española del territorio, al cumplirse 500 años de la caída del imperio azteca, y pidió perdón a las víctimas de la ocupación.

«Este desastre, cataclismo, catástrofe, como se le quiera llamar, permite sostener que la conquista fue un rotundo fracaso. ¿De qué civilización se puede hablar si se pierde la vida de millones de seres humanos y la nación, el imperio o la monarquía dominante no logra en tres siglos de colonización recuperar la población que existía antes de la ocupación militar?», se preguntó López Obrador.

El mandatario encabezó la ceremonia en que la que se conmemoraron cinco siglos de la caída de Gran Tenochtitlán, la ciudad azteca, realizada en el Zócalo, la plaza central que fue el corazón del imperio azteca o mexica, ante representantes indígenas de México, Canadá y Estados Unidos y descendientes de Moctezuma II, el antepenúltimo emperador.

En su discurso, hizo un repaso de las enfermedades que sufrieron los indígenas a partir de la llegada de los españoles, y cifró en 182 toneladas “el oro que se llevaron de México, en 300 años».

De espaldas a una monumental representación del Templo Mayor, el centro de la vida religiosa mexica, López Obrador juzgó que la conquista y la colonización «son signos de atraso, no de civilización, y menos de justicia».

«Ojalá todos hagamos el compromiso de la no repetición. Y digamos nunca más a una invasión, una ocupación o una conquista», añadió.

Entonces, el jefe del Estado envió una carta al rey Felipe VI de España y al papa Francisco, en la que exigía disculpas por los agravios cometidos por españoles y la Iglesia católica contra los pueblos indígenas.

En un video, además, explicó los motivos de la misiva, aseveró que la conquista «se hizo con la espada y la cruz» y recriminó que hubo «matanzas», «imposiciones» y «se construyeron iglesias encima de los templos» prehispánicos.

Sin haber logrado nunca una respuesta a este reclamo, López Obrador pidió él hoy «perdón a las víctimas de la catástrofe originada por la ocupación militar española de Mesoamérica y del resto del territorio de la actual República Mexicana».

El Zócalo y las calles de alrededor fueron cerradas al tránsito de personas ajenas a la ceremonia, incluidos indígenas que ayer conmemoraron el último día soberano de Tenochtitlan con danzas y rezos.

El presidente, que hace tiempo habla de cinco siglos de «resistencia indígena», admitió que no «es fácil el análisis objetivo» de la «ocupación militar» y la «colonización española» porque existen pocas fuentes «primarias» de los pueblos originarios sobre la efeméride y lamentó que predominan fuentes que «tienden a justificar» la invasión en nombre de la «libertad, la fe, la superioridad racial y la civilización».

Evaluó «ofensivo» la idea de que los mesoamericanos, y sobre todo los mexicas, eran «bárbaros» porque, entre otras características, «comían carne humana».

Expresó también que al conquistador Hernán Cortés tampoco se lo debe ver «como un demonio» porque era «simplemente un hombre de poder, un militar, con valor y aplomo, un militar desalmado, y un político audaz y ambicioso de fortuna» que supo aprovechar las debilidades y enfrentamientos de los mexicas para imponerse.

Para López Obrador, por eso, la «pregunta obligada» es si las «matanzas» perpetradas contra indígenas hace cinco siglos «trajeron civilización» a la tierra rebautizada como Nueva España.

México conmemora este 2021 los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlan, los 500 años de la conquista de Cortés y los 200 años de su independencia.

Télam

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