Unos 15 comedores infantiles de la Corriente Clasista Combativa (CCC), distribuidos por toda la provincia, reciben del gobierno 6,90 pesos por chico por día.
Santiago Zamora es el coordinador de los comedores de la CCC. En diálogo con El Submarino Radio (91.5), explicó: «La demanda crece pero los comedores siguen recibiendo 6,90 por chico por día. Es cada vez más la demanda debido a la falta de generación de trabajo, y los padres buscan cómo alimentar a los chicos. Entonces con los comedores tratamos de cubrir esa cuota alimentaria».
«Eso no alcanza para que el chico se desarrolle ni física ni intelectualmente. Lo que pasa es que el gobierno hace negocios para ricos, pero no tiene en vista la problemática social de los más empobrecidos», agregó Zamora.
A los comedores de la CCC van prioritariamente niños, mujeres embarazadas, discapacitados y adultos mayores. El más grande, el del barrio San Lorenzo de Libertador Gral. San Martín -«que queda cerca del basural de Ledesma», explicó Zamora- recibe más de 350 personas por día.
En total, la organización le está dando de comer a unos 4500 niños. Pero aquí también aparece la desigualdad, porque siete de los comedores de la CCC reciben financiamiento de la Nación, que duplica el monto que entrega la Provincia.
«Todos los programas de comedores infantiles, tanto a nivel nacional como provincial, son programas del gobierno anterior -comentó Zamora-. Este gobierno, a nivel provincial ni a nivel nacional, mantiene la cantidad de comedores».
«Nosotros hemos reclamado el aumento de cantidad de niños y hemos logrado la incorporación de unos cuantos chicos más, pero no se logró mejorar la cifra. Porque en realidad ni los 6,90 ni los 15 alcanzan para cubrir las necesidades básicas», explicó.
Relató que en la gestión anterior recibían 4,90 pesos, aunque rechaza las comparaciones. A su entender, «la grieta es en realidad entre los sectores de clase dominante y los sectores empobrecidos, que desde hace muchos años nos sigue afectando, no solamente con este gobierno», señaló.
Recordó que años atrás ya venían reclamando el pase a planta o al menos que se reconozca la tarea de las mujeres que cocinan y sostienen los comedores, que están trabajando por una capacitación o un plan social. Un reclamo que no cesa, porque no hay respuesta.
«Las cocineras siguen cobrando por capacitación o ahora el plan social que arrancó a nivel nacional. Junto con la CTEP (Confederación de Trabajadores de la Economía Popular) y el Movimiento Evita, hemos logrado que algunas compañeras cobren 4 mil pesos, pero no nos olvidemos que esas compañeras trabajan 8 horas todos los días y no son reconocidas en el área de Desarrollo Social, en Servicios Generales, y otras trabajan gratuitamente», detalló.
Las trabajadoras de los comedores no tienen aportes jubilatorios ni obra social, y tienen que lidiar además con condiciones casi inhumanas: «En la mayoría de los comedores se cocina a leña, hay problemas respiratorios y de vista, por el humo. Están muy maltratadas las compañeras, que trabajan hace 16 años», describió Zamora.
Advirtió luego que la grieta entre la clase dominante y los sectores postergados se profundizó a partir de la llegada de Mauricio Macri a la Presidencia y de Gerardo Morales a la Provincia. Lo explica así: «Antes por lo menos las cooperativas solucionaban un problema de trabajo para mucha gente, la Tupac Amaru, la CCC, todas las cooperativas, pero ahora esas obras han pasado a grandes empresas y negociados».
Los de la CCC no son los únicos comedores de la provincia. Otros, que no tienen una organización detrás que defienda su supervivencia, llegaron a plantearse la posibilidad de cerrar porque tenían problemas para cobrar.