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Los condenaron a 14 y 10 años de prisión por atropellar y matar a un niño cuando corrían picadas 

El Tribunal en lo Criminal N°4 de La Matanza condenó a Nahuel Agustín Olivera a 14 años de prisión y a Alexis Leonel Escribanti a 10 años por el «homicidio simple con dolo» de Tahiel Contreras, el niño de seis años que murió tras ser atropellado el 13 de septiembre del 2020 en ese partido bonaerense producto de una picada ilegal. El veredicto dado a conocer este viernes marca un precedente importante para las víctimas de hechos viales.

«Está probada la existencia de los hechos, está probada la participación de los procesados en los mismos (…)», indicaron esta tarde los jueces Nicolás Grappasonno, Gerardo Clemente Gayol y Franco Fiumara durante la lectura del veredicto, que se realizó mediante videoconferencia.

Así, por unanimidad, se condenó a Olivera y Escribanti por la muerte de Tahiel y las lesiones que sufrieron sus padres, Luciano Guillermo Contreras y Noelia Abigaíl Díaz.

La familia de Tahiel recibió el veredicto reunida en una misma sala, mientras los padres sostenían carteles con la imagen de su hijo y el pedido de justicia.

Nahuel Agustín Olivera recibió una pena de 14 años de prisión e inhabilitación especial para conducir «cualquier tipo de vehículos automotores por seis años, cuyo inicio de cumplimiento deberá correr desde el vencimiento de la pena de prisión o la recuperación de su libertad, por resultar coautor penalmente responsable de prueba ilegal de velocidad en concurso real con homicidio simple en concurso ideal con lesiones leves reiteradas en dos oportunidades».

En el caso de Escribanti, los jueces impusieron la pena de 10 años de prisión e inhabilitación especial para conducir cualquier tipo de vehículo automotor también por seis años, por resultar coautor penalmente responsable de los mismos delitos.

«Estamos conformes con haber escuchado un veredicto condenatorio. Es importante como acto reparatorio para Noelia y Luciano escuchar la condena de cumplimiento efectivo por los tres delitos a los cuales llegaban a juicio Escribanti y Olivera», dijo a Télam el abogado de la familia de Tahiel, Alberto Palacio, luego de haber escuchado la sentencia junto a los padres del niño. No obstante, recordó que la querella había pedido una pena mayor, de 28 años de prisión para cada uno, por lo que evaluarán los pasos a seguir.

«Noelia y Luciano lo han tomado en ese sentido. Por un lado, la importancia de escuchar la condena como un precedente importante en lo que significan los hechos de tránsito, porque sabemos que a las víctimas de los hechos de tránsito les resulta sumamente difícil encontrar justicia. En este caso, los hechos no quedaron en la impunidad y fueron condenados los imputados, pero sin duda esperábamos una pena mayor. Nos reuniremos estos días para ver los pasos a seguir», afirmó Palacio.

Por su parte, el fiscal Sergio Alejandro Antin, de la Fiscalía especializada en Homicidios de La Matanza, que estuvo a cargo de la investigación, dijo a Télam que «el éxito de la investigación se cristaliza en el veredicto de culpabilidad, donde los jueces le creyeron a la familia en términos de que los imputados venían corriendo una prueba de velocidad y a consecuencia de eso se produjo la muerte del nene».

Antin destacó que un hecho de estas características, hace 15 o 20 años atrás, «terminaba calificado como ‘homicidio culposo’ con pena de ejecución condicional, es decir, sin detención del imputado», mientras que en este caso, remarcó, «los dos participantes están detenidos desde el mismo día del hecho».

«Es un antes y un después», aseveró el fiscal, que durante los alegatos había pedido 20 años de prisión y seis años de inhabilitación para conducir desde el momento que recuperen su libertad.

«Un fallo proporcional al daño causado. Nada repara el daño ni alivia el dolor de sus papás, pero la Justicia nos dio la razón, llamó a las cosas por su nombre: no fue un accidente, fue un homicidio. Estuvimos siempre con la familia», dijo a a esta agencia el director ejecutivo de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), Pablo Martínez Carignano. Ese organismo estatal asistió a la familia desde el primer momento y colaboró con la Justicia durante el proceso bajo la figura de «amicus curiae» (amigos del tribunal).

Los abogados defensores expresaron en sus alegatos, y lo ratificaron con Télam, que esperaban la absolución de los procesados o bien una pena en torno a un «homicidio culposo, en caso de corresponder», pero no doloso.

La jornada del juicio oral y público fue realizada el lunes pasado en la sede de la Universidad Nacional de La Matanza.

Los hechos

Olivera, panadero de 24 años, oriundo de Gregorio de Laferrere, y Escribanti, técnico radiólogo de 26, oriundo Villa Luzuriaga, se conocían desde el colegio y frecuentaban el «picódromo». Llegaron a esta instancia judicial con prisión efectiva.

El delito sucedió durante la pandemia de coronavirus, el 13 de septiembre de 2020 pasadas las 16, en la intersección de la Ruta Provincial N° 21 y la arteria Soldado Sosa de la localidad de Laferrere.

Según la investigación de la fiscalía, Escribanti iba a bordo de un Volkswagen Vento y Olivera a bordo de un Chevrolet Corsa, cuando decidieron correr una picada ilegal, circulando por la ruta a una velocidad «superlativa», eludiendo a otros autos y «creando una situación de peligro para la vida o integridad física de las personas que transitaban por la vía pública».

Al perder el control de los rodados, el Corsa impactó contra un tercer vehículo que circulaba en forma reglamentaria por el carril lento (el auto Fox), y fue desplazado hacia la vereda, lugar donde fueron embestidos Tahiel y sus padres, que esperaban cruzar para ir a tomar un helado y luego «darle la sorpresa de ir a la plaza -en el marco de las primeras salidas habilitadas luego del aislamiento impuesto por la pandemia-«, explicó a Télam la madre del niño días atrás.

Los tres integrantes de la familia sufrieron politraumatismos, pero Tahiel murió en el acto.

Escribanti se escapó del lugar. Olivera permaneció allí pero «solo estaba preocupado por los daños materiales de su rodado», según consta en las declaraciones testimoniales incluidas en el fallo.

En su resolución, el tribunal ordenó entregar el rodado Fox, que había sido secuestrado luego del hecho para realizar las pericias correspondientes, a su propietaria, quien nunca fue imputada en la causa sino que, por el contrario, colaboró con la Justicia como testigo de la fiscalía en el juicio.

Legislación

En octubre de 2020 se presentó en el Congreso de la Nación el proyecto de Ley Tahiel-Kevin en homenaje también a Kevin Sedano, el joven de 14 años que falleció en 2002 luego de ser atropellado por un auto que circulaba a alta velocidad en la Avenida del Libertador y Corrientes. La iniciativa busca crear la figura de «homicidio vial», equiparándola a la de homicidio simple, que prevé una pena de 8 a 25 años de prisión para quien provoque una muerte corriendo picadas ilegales.

La iniciativa también contempla otros aspectos, como el darse a la fuga o no intentar socorrer a la víctima, conducir bajo los efectos de estupefacientes o alcohol, exceder los límites de velocidad permitida, conducir sin la correspondiente habilitación o violar las reglas de tránsito, entre otros.

El proyecto, firmado por el diputado nacional Ramiro Gutiérrez (Frente de Todos), fue vuelto a presentar en mayo de 2022 para que no pierda estado parlamentario.

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