Brajcich explicó que el jefe del operativo policial “no dio garantías de seguridad al presidente Carlos Sadir ni al bloque de la UCR”. Por lo tanto, al haber pasado el tiempo establecido, la sesión quedó “materialmente levantada”, explicó.
‒¿Cómo sigue la situación ahora?
‒En este momento estamos todos disgregados, pero habrá que tomar una decisión, que puede ser tomada por más de cuatro concejales o por el presidente. Se podrá definir un nuevo día para la sesión, o no. Se verá.
‒¿Por qué finalmente no habrá audiencia pública?
‒La audiencia estuvo establecida para el viernes, y los que la pidieron son los mismos que hicieron la presentación en la justicia para suspenderla porque decían que el espacio físico no era el adecuado. Pero el problema es que había 427 personas inscriptas, de las cuales 395 habían sido presentadas por la Organización Barrial Tupac Amaru y el Frente Unidos y Organizados. Y la Carta Orgánica establece que las expresiones tienen que ser de un representante por organización. Por lo tanto, si hubiese sido así, quienes se iban a expresar eran no más de 35 personas, entonces el lugar era adecuado.
‒¿Cuál es su lectura?
‒Desde mi punto de vista, haciendo una lectura política, la audiencia fue cooptada. Hemos visto operando políticamente a diputados de Unidos y Organizados y del PJ. Para mí es una estrategia equivocada no permitir que quienes tenían una intención genuina de expresarse pudiera hacer uso de la audiencia. Se hubiese podido hacer en un marco de paz, de no presión, si cada uno se hacía responsable de la convocatoria de su propia gente.
‒¿El mismo viernes no firmaron un compromiso de hacerla en otro lugar?
‒Lo que se acordó, al menos lo que yo leí, es que el martes que pasó se iba a tratar el tema en el Concejo y ver cómo seguía a futuro. Pero nosotros tenemos la responsabilidad de gestión al frente de la municipalidad y tenemos que velar por la mayoría. Porque el sistema de transporte nos compete a todos, más allá de la posición política. Yo creo que está bien lo que hizo el intendente Jorge, que después de ver que los empresarios pedían un boleto a 7 pesos analizó las variables de la economía, los aumentos de combustible, que fueron del 45 por ciento, y en la búsqueda de equilibrio haya decidido que no iba a costar 8 como se decía.
‒Lo cierto es que el transporte no mejoró en los últimos dos años, a pesar de los subsidios que reciben las empresas.
‒Comparado con ocho años atrás, es mucho mejor. Sobre los subsidios, eso está todo identificado en el análisis. Cada pasajero tiene casi 3 pesos subsidiados. Es decir que sin los subsidios tendríamos un boleto a 8 o 9 pesos. También hay que entender el sistema solidario que tenemos en Jujuy, porque todos pagan lo mismo, y esto es así porque los que viven más lejos son los que menos posibilidades tienen. Además los estudiantes viajan gratis, los mayores y discapacitados viajan gratis y nos hacemos cargo del transporte de todos los policías. Es decir que hay alrededor de 50 mil personas que viajan gratis en San Salvador de Jujuy. Pregúntele a una familia si prefiere un aumento de 75 centavos o que todos paguen el boleto todos los días.
‒Aun así, no hubo mejoras en el servicio.
‒Lo reconozco. A todos nos caben responsabilidades. Pero hay detalles que yo no manejo que deberían dar desde el ejecutivo municipal. El problema es que el sistema sigue funcionando con autorizaciones precarias, y si lográramos terminar el proceso licitatorio tendríamos herramientas para un control más eficiente. Un segundo paso sería colocar las máquinas expendedoras, no solo por el trabajo del chofer y la cuestión del vuelto, sino también por el control de la cantidad de boletos.