La Selección alemana posó ante los fotógrafos tapándose la boca en la previa del partido ante Japón, en el inicio del grupo E del Mundial, en protesta por la prohibición de la FIFA al uso de la cinta de capitán con el lema One Love contra la discriminación LGTBIQ+ en Qatar.
El capitán y arquero alemán, Manuel Neuer, quien en varias ocasiones salió a jugar con la cinta con los colores del arcoiris, fue notificado por la FIFA de que no podía usar el distintivo a favor de la comunidad LGTBIQ+ e inclusive antes del encuentro los árbitros le revisaron el brazalete.
De todos modos, el arquero salió a jugar con esos colores en sus botines y fue uno de los promotores de la foto del equipo con las manos sobre la boca, en clara señal de la falta de libertad de expresión.

El brazalete prohibido por la FIFA
El seleccionado de Alemania recurrió al TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo) por la decisión de la FIFA de prohibir el uso del brazalete arcoíris One Love en Qatar. En ese contexto, Stefan Simon, portavoz de la Federación alemana de fútbol, reveló en declaraciones al diario Bill que ya han puesto en marcha acciones legales contra la FIFA tras su rechazo a que el capitán germano, Manuel Neuer, llevara el brazalete arcoíris.
“Queremos aclarar si su procedimiento es realmente legítimo”, destacó Simon, ante los reproches del organismo que preside Gianni Infantino que aseguró que llevar ese brazalete sería similar al de llevar «uno político”.
Las selecciones de Inglaterra, Gales, Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Alemania y Suiza se vieron obligadas esta semana a renunciar a portar el distintivo tras las amenazas que la FIFA hizo a los capitanes de cada equipo. En el comunicado conjunto que emitieron los siete países se informaba que la FIFA les aseguró que, en caso de portar el brazalete arcoíris, los futbolistas se podrían enfrentar a “sanciones deportivas”.
La iniciativa de las mencionadas selecciones y varios jugadores para protestar contra la discriminación del colectivo LGTBI en Qatar generó polémicas en la FIFA y ahora la decisión final la tiene el TAS.
El caso de Dinamarca
En tanto, la Federación Danesa de Fútbol (DBU) comunicó que no descarta abandonar la FIFA, en señal de protesta por la actitud del máximo organismo del fútbol mundial.
En el caso danés, hay un antecedente. Diez días antes del inicio del torneo, la FIFA prohibió a esa selección entrenarse con camisetas en defensa de los derechos humanos, al rechazar la petición de utilizar casacas con el mensaje «Human Rights for All» («Derechos humanos para todos»).
La Federación Danesa, hostil desde hace tiempo a la organización del torneo en Qatar, quiere liderar la lucha en favor de los trabajadores migrantes y la defensa de los derechos LGBT en el emirato.
En octubre pasado, lanzaron una campaña por la cual por cada gol convertido en el fútbol local se destinarán 10 coronas (1,34 euros) a causas en favor de los obreros migrantes de Qatar, a través del sindicato internacional de trabajadores de la construcción (Building and Wood Workers’ International). Al incluir tanto la liga de primera división, como las inferiores y el fútbol femenino, la federación estimaba unos 55 mil goles por mes.
Además, en septiembre habían lanzado la campaña #OneLove, encabezada por Simon Kjaer, que lleva el diseño del arcoiris y la consigna en su brazalete del capitán de la selección masculina en apoyo a la diversidad sexual y los derechos LGBT.
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