Se cumplió este viernes el segundo día de paro de médicos jujeños nucleados en la Asociación de Médicos de la República Argentina (AMRA), con la adhesión de profesionales autoconvocados y de otros sectores del sistema de salud provincial. La cuestión salarial está en el centro del reclamo, porque el atraso de los sueldos jujeños provoca un éxodo de profesionales con el consiguiente deterioro del servicio, pero además rechazan el esquema implementado por el Ministerio de Salud que redujo servicios.
«Nosotros estamos con problemas desde hace mucho tiempo en la salud de Jujuy», describió a El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) la médica Estela Manero, quien se desempeña en el hospital Pablo Soria.
De esos problemas, el más urgente es el referido a la cuestión salarial. Jujuy es la provincia que paga los salarios más bajos al personal de salud, lo que provoca un éxodo de profesionales. La provincia de Salta es la más elegida, no solo por la cercanía sino porque los sueldos duplican a los jujeños. Incluso hay quienes viven en Jujuy y se trasladan a la provincia vecina para trabajar.
La consecuencia más inmediata de los bajos salarios es la falta de personal, un problema que lleva mucho tiempo sin solución. A esto se suma el denominado Plan Estratégico implementado por el Ministerio de Salud, que modifica el funcionamiento del sistema.
Los profesionales rechazan ese esquema, en principio, porque se diseñó «sin consenso de quienes están a cargo de la salud», señaló Manero, y agregó: «Esto es muy importante porque el trabajo no es unipersonal, es en equipo, y necesitamos trabajar en equipo».
En concreto, el personal de salud está en desacuerdo con el Plan Estratégico porque no ha mejorado las prestaciones de salud. «No hablamos solo por lo que nos toca a nosotros, sino que estamos hablando por los pacientes, que son los que se perjudican».
En este contexto, reclaman «una ley adecuada para toda la comunidad de la salud pública, donde están incluidos todos los profesionales, no solo los médicos», detalló Manero, y completó: «Necesitamos una ley consensuada, que haya una carrera hospitalaria y se respeten las especialidades».
«Hay un montón de cosas que están faltando para esta provincia y es por eso que tenemos dificultades en que venga gente joven a formarse, a formar parte del equipo médico, al equipo de salud, porque no es una buena alternativa venir a Jujuy a trabajar; no solo por los valores económicos, que son la mitad de lo que se paga alrededor en otras provincias, sino también por las posibilidades», sintetizó la profesional.
Otra razón para que Jujuy deje de ser un destino elegido por los médicos y médicas que recién se reciben es que en el nuevo organigrama, explicó Manero, los servicios dejan de ser servicios para pasar a ser unidades. «La ley nacional dice que las residencias deben desarrollarse en servicios, por lo tanto ahora las residencias en los hospitales no son avaladas a nivel nacional», precisó.
El cambio de servicio a unidad implica, advierten, un deterioro en la atención a los pacientes. «Nosotros no solo tenemos una actividad asistencial. Hacemos un trabajo en equipo que significa discusión de casos, la parte académica, la formación, clases de actualización. Todas estas cosas se van deteriorando, porque necesitamos médicos formados que estudien, que se comprometan, y de esta manera cada día es más difícil», describió Manero.
«Por todo esto queremos una ley de salud, que nos inviten a nosotros a participar de las decisiones, y que sea para mejorar, no para empeorar», afirmó la médica.
En medio de este contexto preocupante, la reducción de servicios se acentúa por casos como el del hospital Pablo Soria, cuya guardia está cerrada hace nueve meses, al igual que los consultorios externos, que se cerraron hace un año para su remodelación y no volvieron a habilitarse.
Por tanto, la atención en consultorios externos del sistema público de salud se concentró casi por completo en la sede del Ministerio.
«La situación es grave, porque está en riesgo la vida humana -lamentó Manero-. Te lastimás en la calle y tenés que esperar que venga la ambulancia, porque si querés ir vos o alguien te lleva, no te atienden. Tenés que entrar en ambulancia. Eso no está bien».