Eduardo Escobar, exconcejal e integrante del Consejo, explicó a El Submarino cómo será el control de las grabaciones, y reflexionó sobre el perfil policial de la ciudad quebradeña: “Esto es como el basurero nuclear, viene todo lo descartable”, afirmó y agregó: “Espero que esto sirva para que otros pueblos se organicen y empiecen a controlar”.
Cualquiera podría pensar que todo empezó con la muerte de Elber Cussi, pero en Tilcara la policía es un viejo problema. La muerte de Elber despertó el hartazgo y sacó a la luz la voluntad y capacidad de organizarse de una comunidad que siente que tiene que cuidarse de la propia policía. “No sé si esto ocurre en otros pueblos, pero lamentablemente la comisaría de Tilcara tiene una fama terrible”, repasa Escobar.
Sobre el curso de la investigación por la muerte de Elber, no hay mucho optimismo. “La muerte de Elber Cussi para nosotros es una muerte dudosa, porque conocíamos a este chico, a su familia”, dice Escobar, y recuerda que ese mismo día el ayudante de fiscal “salió inmediatamente a decir que fue un suicidio sin tener siquiera las pericias y todo lo que corresponde científicamente para determinarlo”.
La primera medida que se tomó fue la instalación de las cámaras de seguridad dentro de la Seccional 14, tras consensuar un acuerdo que firmó, además de integrantes del Consejo, el propio intendente Félix Pérez.
“Se instalaron el jueves pasado; yo presencié la instalación”, relata Escobar, y detalla que son cuatro unidades: una en la entrada de la celda, una en el patio donde suelen estar los policías, la tercera en la oficina donde se recibe al público y la última apuntando a la calle, hacia la puerta del Banco Macro que está enfrente.
-¿Quién monitorea las cámaras?
-Las cámaras graban durante 30 días. Si no se revisa, siguen grabando por encima de lo anterior. Y cuando no hay movimiento, no graba. La cuestión de quién monitorea la estamos viendo en el Consejo. Hemos pedido que vengan los que instalaron las cámaras para que nos dejen la clave de acceso, porque el Consejo es el que va a revisar cada mes. Y en caso de alguna denuncia o algún problema, inmediatamente se puede extraer el tiempo que se requiere. Por ejemplo, si hubo un problema el martes a la noche, empezamos a buscar ese día a esa hora, porque está todo programado.
-¿No hay riesgo de que los mismos policías borren las grabaciones?
-No, no tienen ninguna posibilidad.
-Después de la muerte de Elber, ¿cambió el personal de la comisaría?
-Los efectivos que actuaron esa noche no están procesados, están suspendidos de su labor momentáneamente. Y actuaron por lo menos con negligencia, porque una persona que entra en una comisaría no puede salir muerta, y ellos decir que se mató. No importa el prontuario ni quién es la persona, a nosotros lo que nos importa es dónde están los que nos tienen que cuidar.
-Pero los que actuaron esa noche no están cumpliendo funciones en la seccional, ¿o sí?
-Esas personas no están acá, pero la policía es la misma. Ahora en el Consejo Comunitario estamos esperando que nos den los legajos de dos nombres de comisarios que propusieron, porque con los nombres no hacemos nada. Lo que pasa es la clase de gente que mandan a Tilcara, porque esto es como el basurero nuclear, viene todo lo descartable, lo desechable. Hemos tenido comisarios que habían bajado piedras con petroglifos o pictografías de la puna, los habían procesado, y los mandaron a Tilcara.
-¿Quién es el jefe ahora?
-En este momento está el comisario Benítez. Lo conocemos porque es vecino de Maimará.
-¿Él es quien se va a quedar a cargo definitivamente?
-No se sabe todavía. Con él llegó otro señor de apellido Sanchez que es de Libertador. Pero los dos tienen la misma soberbia de todos. Eso es por la formación. Parece que el hecho de tener un uniforme los habilita para todo. Y además está la actuación corporativa, y si actúan de esta manera es porque alguien los encubre. Lamentablemente la que paga las consecuencias de esto es la comunidad civil.
-¿Cómo, por ejemplo?
-Esta es una historia conocida. En el Enero Tilcareño, en la época de grandes concentraciones, la policía trata muy mal lugareño, al “borrachito común” que es un personaje de nuestro pueblo. En cambio a los que vienen de afuera y ponen sus grandes equipos de sonido en la plaza, hacen alarde con sus autos caros, no les hacen absolutamente nada. Lo que pasa es que la mayoría de esos son hijos de funcionarios, del poder económico de Jujuy. Y esto no es parte del imaginario, es real.
-¿Cómo ve la comunidad de Tilcara lo de las cámaras adentro de la comisaría?
-Lo ideal hubiera sido que pongan las cámaras en las calles y que podamos controlar algunos desmanes y problemas que empiezan a haber en Tilcara, pero por algún lado hay que empezar. Ojalá que en todo Jujuy la gente se organice para que empecemos a tener una policía diferente, con una formación diferente y que responda realmente a la comunidad. Se pasan las 24 horas del día con el celular, y eso no es un mito, lo único que hacen es ver a quien van a enganchar. Yo creo que hay que felicitar a Tilcara, en el sentido de que empezó a ponerse los pantalones y a decir “nosotros vamos a controlar a nuestra policía, quiénes vienen quiénes no”, porque estamos hartos de que nos manden estos personajes siniestros que vienen a creerse que son los dueños del pueblo y no reamente a servir a una comunidad. Alguien puede decir “qué lástima que las cámaras estén dentro de la policía y no afuera, donde hace poco asaltaron a una docente a la salida del colegio”. Y es verdad, pero algo hay que hacer porque lamentablemente tenemos una policía con una formación vertical, autoritaria, que actúa corporativamente. No sé si toda la comundiad está de acuerdo, pero por algo hay que comenzar.
-¿Tiene confianza en que esto puede servir para que cambien las cosas?
-Yo digo que ojalá que esto no se use políticamente sino que sirva para que otros pueblos se organicen y empiecen a controlar. Porque yo creo que somos todos buenos, pero controlados somos mejores. Es un dicho triste y es lamentable, pero es así.
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