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Los represores procesados vieron videos de testimonios del primer juicio por delitos de lesa humanidad

Se llevó a cabo una nueva audiencia en la sala del Tribunal Oral Federal Nº1, con la proyección de videos de testimonios del primer juicio por los crímenes de lesa humanidad, cuyas declaraciones de los testigos víctimas cobran importancia para las causas que se están develando en este segundo juicio. Mañana dará inicio a las 9.30 y se exhibirán cinco testimonios.

 Participaron de esta audiencia los represores procesados por delitos como secuestro, tortura, entre otros, los ex penitenciarios Carlos y Ricardo Ortiz, Mario Gutiérrez, Herminio Zárate y el oficial del Ejército César Díaz. En cambio Antonio Orlando Vargas, eligió que le envíen los videos al Hospital de Ezeiza donde permanece internado y condenado a 25 años de prisión por el primer juicio que se hizo en la provincia.

 Ricardo Ortiz, estuvo casi todo el tiempo haciendo anotaciones; su hermano Carlos parecía aburrido y no le importaba lo que estaba sucediendo; Herminio Zárate, estaba entre los bostezos y cierta preocupación por los testimonios que se estaban exhibiendo, al igual que César Díaz que tenía la miraba absorta hacia las pantallas. Lo mas singular, fue protagonizado por Mario Gutiérrez, quien no paró un segundo de comer y tomar jugo, durante todo el tiempo que duró la audiencia. Permanecieron sentados uno al lado del otro sin esposas ni grilletes.

 Uno de los vocales, Daniel Morín, que esta a cargo de la presidencia del tribunal, dio inició a la audiencia con la presencia además, del fiscal ad hoc Pablo Pelazzo y los abogados querellantes Paula Álvarez Carreras, María José Castillo y Ariel Ruarte. No participaron los abogados defensores de los represores imputados.

 Los procesados vieron los testimonios del ex sindicalista del Ingenio Ledesma Luis Ramón Bueno que vio detenido a Luis Aredez, de espaldas y vendado. Supone, ya que nunca nadie le dijo porque fue dos veces detenido, que su actividad sindical molestaba al Ingenio y esa era la manera de aquietar al sindicalismo.

 Luego, presenciaron la declaración de Carlos Cardozo, presidente del Colegio Médico, Secretario de APUAP, en el cual destacaba “el valor y la inocencia de los chicos de Tumbaya; los trabajadores del socavón de Mina el Aguilar que lucharon por sus idelales” y denunció la participación en las sesiones de tortura a los hermanos Ortiz y Vargas.

 Otra de las testimoniales en la jornada fue protagonizada por Juan Bosco Meccia, religioso de la orden de La Salle, detenido a fines de 1976 estuvo 15 días en la policía de la provincia y hasta marzo de 1978 cuando elige el exilio, en el penal de Gorriti. Sus recuerdos tiene presente a muchos de sus compañeros, muchos de ellos desaparecidos como Jorge Weisz, Carlos Patrignani, Reynaldo Aragón, los jóvenes del grupo “Tumbaya”, Armando Tilca, Narciso Santiesteban. Destacó que entre el personal carcelario que más castigaba a los presos estaba “Lacsi, Zárate, Aguaysol y Gutierrez”.

 Finalmente estuvo el testimonio de Eladio Mercado, personal de la morgue del hospital Pablo Soria que trabajó desde 1973 y aseguró que a partir del golpe de Estado, las irregularidades en su sector eran comunes. Cuando llegaba por la mañana se encontraba con cadáveres NN que los traían de tarde o de noche. Habló de traslados de cadáveres al cementerio de Yala en dos ocasiones por parte de la personal de la policía, uno se trataba de «una mujer que tenía un abrigo a cuadros y botones marrones, lleno de barro supe que era la señora de Scurta”. En El Cucho y en El Chingo se llevaba cadáveres de pacientes “porque se pedía autorización a la Justicia pero llamaba la atención que el trabajo de cavar la zanja de 50 100 mts y tirarlos lo hacía la policía”. 


 

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