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Los represores verán los videos del primer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en Jujuy

El Tribunal Oral Federal de Jujuy resolvió hoy que los días 13, 14 y 20 de noviembre, en las audiencias que se están llevando a cabo en esta segunda etapa de los juicios por los crímenes de lesa humanidad, los represores procesados puedan ver y revisar los videos del primer juicio, con el fin de que los acusados puedan ejercer su derecho a cuestionarlos, si es lo que desean. 

Los abogados defensores pueden convocar nuevamente a los testigos que pasaron por estas 17 audiencias, pero solamente para hacer preguntas concretas sobre las causas que se están develando: la desaparición y muerte de Dominga Álvarez de Scurta y las desapariciones de Osvaldo José Giribaldi, María Alicia del Valle Ranzoni, Juana Francisca Torres Cabrera, Pedro Eduardo Torres Cabrera, Jaime Lara y Jorge Turk Llapur.

En tanto, el 21 de este mes, el Tribunal realizará una inspección ocular en la sede del Departamento Central de la Policía local y en la cárcel provincial, ubicada en el barrio Gorriti de la ciudad capital. En esos dos lugares, en la época de la dictadura militar, funcionaron los principales centros clandestinos de detención, al igual que en el paraje de Guerrero.

Las audiencias siguen los días 27 y 28 de este mes, pero se trasladan a la sala original, la Macedonio Graz de la Secretaría Electoral Federal. Hasta ahora las audiencias se desarrollaban en un salón del Colegio de Abogados, hasta tanto pasaran las elecciones legislativas del 27 de octubre.

Al visualizar los videos del juicio anterior se podrán repasar los testimonios para despejar eventuales duda, plantear cuestionamientos o hacer aclaraciones. 

Otro de los trámites que solicitó el TOF fue la entrega de las partes de una batería de preguntas para el juez federal Nº 1, Mariano Cardozo, quien contestará por escrito los requerimientos vinculados con las causas que se ventilan en este segundo juicio, porque para 1976 ya se desempeñaba en la justicia Federal y luego realizó los juicios por la verdad.

Los represores procesados por los delitos de secuestros, torturas y homicidios, que tendrán que pasar varias horas frente a un monitor viendo los videos son Antonio Orlando Vargas, exinterventor de la cárcel de barrio Gorriti, que purga la condena a 25 años de prisión que recibió en el primer juicio; el suboficial de Ejército César Darío Díaz, y los ex penitenciarios Herminio Zárate, Mario Marcelo Gutiérrez, Carlos Alberto Ortiz y Orlando Ricardo Ortiz.

Los testimonios de la jornada

En la audiencia de hoy, testimoniaron dos exmiembros del servicio penitenciario, René Robledo y José Marcial Crespo Mérida. El primero de ellos figura en los libros que lleva el servicio penitenciario provincial. Allí está registrado que estaba de guardia externa el 10 de junio de 1976, día en que los desaparecidos fueron sacados del lugar y entregados al comisario de la policía Ernesto Jaig y al agente penitenciario César Darío Díaz, más allá de su afirmación que “no vio nada y no conocía a Jaig”, que era contacto con el jefe del área 323, el ex coronel Néstor Bulacio.

Ante el nerviosismo que manifestaba, le solicitaron que se calmara y pensara bien lo que iba a responder. Afirmó que en una sola oportunidad entró al sector interno de la cárcel y pudo ver en el pabellón 1 al entonces vicegobernador de la provincia, Fernando Cabana, al exdiputado provincial Tito Agüero y al abogado Héctor Soria, y que habló con su primo, de apellido Bellido, quien había sido subdirector del presidio, desplazado por los militares.

Sobre el pabellón 1 expresó: «Creo que estaba lleno» de presos políticos, señalando que estaban a cargo de ellos efectivos de Gendarmería y el Ejército, pero dijo que no supo que en la cárcel había mujeres detenidas.

En tanto Crespo, chofer del servicio penitenciario, aseguró que «nunca» trasladó presos políticos ya que prestaba servicio el mayor tiempo en un puesto rural de donde sacaban madera para la carpintería del Penal. 

Negó también haber transportado efectivos del Ejército al RIM, sede del Área 323, contradiciendo varios asientos de salidas con vehículos cargados con personal militar con ese destino. 


 

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