«Ninguna pena reducida es justa para un hombre que no cometió ningún crimen», reflexionó el expresidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, luego de ser notificado de la reducción de pena que aceptó el Supremo Tribunal de Justicia (STJ).
El exmandatario envió un mensaje a través de su abogado Emídio de Souza desde su celda en Curitiba en el que reiteró que «hasta aquí no tuve derecho a un juicio justo».
Este martes el STJ aprobó por unanimidad una reducción de su condena de 12 años y un mes a ocho años, diez meses y 20 días, con lo cual se abre la chance de que en septiembre acceda a una prisión domiciliaria.
Pero Lula insistió con su inocencia y, desde ese lugar, considera que este «beneficio» es parte de «la farsa» montada alrededor de su detención, hace un año, en plena campaña electoral brasileña.
Su abogado afirmó que el expresidente no esperaba nada positivo del juicio, ya que lo consideraba como “otro capítulo de la farsa que se escenificó desde la investigación y siguió en la acusación, en la primera y en la segunda instancia”.
Trasmitiendo el mensaje de Lula, su abogado aseveró: «No fue una coincidencia que todos los jueces jueguen de la misma manera. Ellos ya tenían una combinación, como ya tuvieron en el TRF-4 (segunda instancia)».
«El juicio de hoy es un capítulo más de un juicio totalmente político», explicó Lula. Su abogado completó: «un juicio donde no vale la prueba, las pruebas de defensa son totalmente desconsideradas y la palabra del delator vale más que cualquier cosa».
Las palabras del abogado de Lula fueron hechas públicas durante la Vigilia Lula Libre, que se mantiene en las puertas de la cárcel de Curitiba de la Policía Federal de Brasil.
Al final de su discurso, de Souza advirtió que esa reducción de la pena no representa un avance en relación a la libertad del exmandatario de Brasil.
«Como parte de un proceso de juicios combinados y cartas marcadas, esa decisión no tendrá efecto alguno si el TRF-4 se apresura, como hizo el año pasado, para condenar a Lula en otro proceso», manifestó.