El mandatario añadió que recibía armas y dinero del «norte» para financiar un movimiento que intentaba derrocarlo.
Maduro dijo anoche que «Capturamos a uno de los cerebros de las protestas para derrocar al gobierno. Es uno de los cabecillas que pretendía una insurrección armada contra el gobierno constituido. Capturamos armas, mucho dinero, mucha información. Ahí está implicado medio mundo», alertó, según reportan las agencias DPA y la estatal AVN.
Señaló que el responsable estaba «escondido» y que no es de los que dan la cara públicamente en las protestas.
«Es uno que recibe plata del norte, que planificaba las trancas (bloques de calles), que mataba a los Guardias Nacionales (policía militarizada), que mataba a nuestros dignos oficiales y que hirió a no sé cuantos venezolanos. Lo capturamos, está preso, está hablando y diciendo todo. Ahí está implicado medio mundo», insistió.
Maduro señaló que el objetivo de las protestas era «destruir la democracia» venezolana para imponer un «modelo de capitalismo salvaje a fin de acabar con los logros sociales de la revolución bolivariana y ponerle la mano al petróleo, la gran riqueza de la nación, y comenzar a torcerle el rumbo al mundo multipolar que hay ahora».
Afirmó que el intento por derrocarlo y capturar el petróleo venezolano tenía también el objetivo de ponerle «condiciones a grandes consumidores del mundo como China e India, que son socios crecientes de la Venezuela independiente y de Rusia».
Las manifestaciones comenzaron el 12 de febrero, luego de una marcha en Caracas que degeneró en violencia. Después de más de dos meses, las protestas se fueron apagando, pero quedan focos en algunos municipios del país, y gobierno y oposición avanzaron en algunos diálogos.
Los estudiantes universitarios que encabezan las movilizaciones advirtieron que continuarán protestando hasta lograr que sus compañeros detenidos sean liberados y que el gobierno escuche sus reclamos para que atienda problemas como la inseguridad pública y la inflación.