Dirigentes y militantes gremiales, políticos, sociales y de derechos humanos reclamaron ayer la «democratización del sistema judicial» para terminar con los «cuatro supremos de la (in)justicia», en un acto realizado frente al Palacio de Tribunales de Buenos Aires, donde funciona la Corte Suprema.
En el acto también se denunció y repudió «la proscripción» de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, y se reclamó el avance de la causa que investiga el atentado en su contra.
Los manifestantes también denunciaron las agresiones que sufrieron en la jornada pasada los participantes de la Marcha a Lago Escondido y pidieron la libertad de la dirigente Milagro Sala.
«Nos inunda una gran satisfacción y un gran orgullo, por esta unidad con movilizaciones y actos, para exigir la democratización del sistema judicial y terminar con estos 4 supremos de la (in)justicia», enfatizó el titular de la Central de los Trabajadores Argentinos Autónoma (CTAA) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Hugo Godoy, desde el escenario de la marcha que se colocó en la esquina del Palacio de Justicia, en Tucumán y Talcahuano.
En la Plaza Lavalle hubo banderas de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA), la CTAA, ATE, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), el Movimiento Territorial de Liberación (MTL) y Nuevo Encuentro.
También, estuvieron la Federación de Trabajadores de la Economía Social (Fetraes), el Sindicato de Trabajadores Judiciales (Sitraju), el Sindicato Argentino de Televisión (Satsaid), el Movimiento de Unidad Peronista (Mup), la Federación Nacional Territorial (FeNaT), el Partido Piquetero, la Asociación Argentina de Actores y la Corriente Nacional Martín Fierro, entre otras organizaciones.
«Estuvimos acá hace un año y en ese momento decíamos remoción y juicio político a los jueces de la Corte. Hoy el juicio político es una realidad», expresó el secretario general de CTA y diputado del Frente de Todos (FDT), Hugo Yasky, al recordar la primera convocatoria, hace un año.
También reclamó por el escándalo de los supuestos chats entre funcionarios macristas, empresarios de medios y jueces donde salió a flote «la podredumbre del Lago Escondido» y denunció que hoy esa causa pasó a manos de «la cloaca de Comodoro Py», en alusión a la resolución al respecto del camarista Eduardo Farah.
A la vez, fustigó «la proscripción» de Fernández de Kirchner y apuntó contra la investigación por el intento de magnicidio de la mandataria, que «avanza a paso de tortuga» porque «no quieren que se sepa quiénes estuvieron detrás del atentado», según evaluó.
El juez Juan María Ramos Padilla, otro de los impulsores de la marcha, instó a que «los jueces se empiecen a comportar como trabajadores y atiendan a su pueblo».
En diálogo con Télam, el juez pidió «soberanía política, independencia económica y justicia social» y llamó a recuperar «la Justicia para los argentinos» a partir del «juicio político (a los miembros de la Corte) y una reforma judicial profunda».
«Acá estamos para repudiar y gritar muy fuerte ¡Basta de mafia judicial!, basta con este nefasto partido judicial. Y tenemos que apoyar con todas nuestras fuerzas este juicio político que se le está haciendo a la Corte Suprema», dijo Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, al abrir el acto.
También exigió «la libertad» de Milagro Sala y dijo: «Es inhumano lo que están haciendo con nuestra querida compañera».
La encargada de cerrar el acto, cerca de las 19, fue Nora Cotriñas, también de Madres Línea Fundadora, quien envió su apoyo a los manifestantes de Lago Escondido. «A (Joe) Lewis habría que haberlo expulsado del país para sacar a la colonia británica» de Argentina», exclamó.
A la vez, pidió por «una patria sin la mafia que desconoció la lucha de los organismos de derechos humanos con el (fallo del) 2×1», en referencia a la resolución de la Corte que en 2017 restituyó ese beneficio a un represor.