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Sectores del sindicalismo activaron en las últimas horas distintas movidas contra la reforma laboral que impulsa la Casa Rosada, varias horas antes de la movilización que la CGT realizará el jueves próximo a la Plaza de Mayo, junto a las dos CTA.
La Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) confirmó su adhesión a la movilización a Plaza de Mayo y reiteró su pliego de demandas en la defensa de la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo y el derecho a huelga e indemnizaciones, el rechazo a la declaración del transporte como actividad esencial y la denuncia sobre las desregulaciones que sufre el sector.
“Vamos a discutir una reforma laboral donde están habiendo miles de despidos, no se consume nada, se derrumba la industria, se derrumba el consumo de los comercios y la guita no alcanza. Si con el convenio colectivo en la mano no le podemos poner más monedas a nuestra gente en el bolsillo, imaginemos qué es lo que va a pasar si no lo tenemos”, advirtió el secretario general de la CATT, Juan Carlos Schmid.
Schmid planteó que, si este proyecto de supuesta modernización «fuera tan bueno y tan provechoso como se presenta, ¿qué sentido tiene que limitar la actividad sindical?».
Y sentenció que «entonces nosotros sabemos que esto va en contra nuestro, va en contra justamente de los intereses que representamos, buscan sacarle la plata a la organización sindical para que no disponga de los recursos que nos permitan asumir mejor defensa».
Así, la CATT se sumará a la movilización de la CGT desde las 13.30 en la Dirección Nacional de Vialidad, ubicada en Julio Argentino Roca 738.
