Un grupo de familiares, amigos y vecinos de Mirta Cruz, la joven que fue hallada sin vida en un domicilio de calle Belgrano de la ciudad de Humahuaca, marcharon durante la tarde de hoy, exigiendo justicia y el pronto esclarecimiento del caso, ya que sospechan que se trataría de un nuevo femicidio en la zona, como lo fue en su momento de María Teresa Condorí (http://web.elsubmarinojujuy.com.ar/caratulan-femicidio-la-causa-la-muerte-gladys-condori-humahuaca/)
Más de un centenar de personas expresaron su indignación con carteles y altavoces en la Seccional 15 de Humahuaca. Allí exigieron a las autoridades policiales que investiguen el hecho, ya que sospechan de un caso de femicidio.
Mientras se realizaba la marcha exigiendo esclarecimiento, se conocieron los primeros informes sobre la autopsia del cuerpo en la morgue del Poder Judicial de Alto Comedero, señalan que la mujer falleció a consecuencia de una bronco aspiración. En el mismo informe preliminar, dice que se habría asfixiado por un acullico de hojas de coca, y por la ingesta de bebidas alcohólicas, lo cual impidió que se despertara a tiempo para evitar su deceso, pero hasta ahora, familiares, amigos y vecinos descreen de ese informe. En las primeras horas de la noche de ayer, el cadáver de Mirta, fue entregado a su madre, Romualda, quien estaba acompañada por otra hija, de nombre Daniela.
Mirta Cruz tenía 26 años, era mamá de tres niños y cursaba un embarazo de cuatro meses de alto riesgo. Vivía en Humahuaca. El sábado por la noche la encontraron inconsciente en la casa de la familia de su pareja, fue atendida por el Same pero llegó al hospital sin vida. Era víctima de violencia por parte de su pareja y también de su suegro. La policía detuvo a cinco personas, entre ellas a su pareja y al suegro de la mujer, pero en la jornada pasada, fueron liberadas.
Vivía en la casa de la familia de su pareja, de apellido Maine, aunque a menudo se iba a lo de su madre, sobre todo cuando no se sentía bien, tanto por su embarazo como por las situaciones de violencia de las que era víctima. Sus hijos, un varón de 8, y dos nenas de 5 y 2 años, fueron testigos de los maltratos y se lo contaron a su abuela, Romualda. Y ellos mismos sufrían castigos físicos por parte de los Maine.
“A mi hija la encontraron desmayada en la casa de Maine y llegó al hospital sin vida”, relató la madre de Mirta. La joven había ido a la casa de su pareja el jueves a la tarde. “Le mandó el remis, pero yo le dije no vayas, no estás bien”, señaló la mujer. Es que Mirta llevaba un embarazo de cuatro meses que había sido diagnosticado “de alto riesgo” por el médico, que le había indicado reposo y que solo se levantara de la cama para ir al baño.
Una de las nenas de Mirta le contó a su abuela sobre la violencia que sufría Mirta por parte de los Maine. “Dice que el papá de Maine le pegó por la espalda y le metió una piña. El suegro. Y su papá, viendo que le estaban pegando, no dijo nada. Estaban todos tomando”, contó Romualda.
“Yo quiero que haya justicia, saber qué le han hecho”, dice Romualda. “Que paguen, porque siembre la maltrataron -agrega Daniela, hermana de Mirta-. Ella aparecía lastimada por el padre de él. Que se sepa la verdad. Son unos cobardes. Muchas personas veían cómo sufría ella”.
