Icono del sitio El Submarino Jujuy

“Me detuvieron por leer mucho, parece que eso estaba prohibido”

Por H.I.J.O.S. jujuy

Este jueves, se concretó en el Tribunal Oral Federal de Jujuy, la 28° audiencia del 6° juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en la provincia. De la misma, participó a través del sistema de videoconferencias Carmen Cortéz, esposa del ex preso político Oscar Eusebio Maldonado, mientras que de manera presencial declararon, Juan César Serapio y Jorgelina Díaz.

En cuanto al testigo Víctor Lemme, H.I.J.O.S. Jujuy se abstuvo de realizar la cobertura de su testimonio abandonando la sala en repudio al violento ataque que éste perpetró en el año 2014 en contra de su ex pareja Ana Cuellar. La causa judicial fue caratulada como “lesiones graves agravadas por el vínculo”, un delito excarcelable, pero la fiscalía solicitó el cambio de carátula a la de “femicidio en grado de tentativa, en concurso con lesiones graves y abandono de persona”. Durante su testimonial la sala permaneció vacía.

Carmen Cortéz, la primera persona en testificar, relató que presenció las detenciones de su pareja Oscar Eusebio Maldonado y sus hermanos Alfredo Benjamín Cortez y María Azucena Cortez, y que al momento del hecho estaba embarazada. Contó que una patota de la policía de Jujuy los secuestró el 21 de Julio de 1976, en la localidad de Calilegua, y que en plena oscuridad escuchó varios tiros y gritos de sus vecinos, más tarde advirtió que efectivos uniformados estaban desplegando un violento operativo en todo el barrio, luego, algunos de ellos ingresaron a su domicilio fuertemente armados agrediendo y golpeando a sus familiares.

También dijo que: “Estaba muy descompuesta, con asma, contracciones y dolores de parto. Mi mamá me mandó a decirle a mi suegro que se lo habían llevado a Oscar” contó Carmen. Inmediatamente su familia fue a la comisaría de Calilegua, pero como era habitual en esos días, “nadie sabía nada” manifestó.

La hermana de Carmen, María Azucena Cortéz, sufrió maltratos durante la detención: “le pegaban mucho”, relató. En cuanto a su esposo, lo liberaron en San Salvador de Jujuy, aunque no pudo recordar en qué lugar estuvo secuestrado. “Solo recuerdo que se encontraba muy mal en ese momento”, puntualizó.

Juan Serapio, el siguiente en declarar, fue detenido cuatro días después del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, en plena madrugada, mientras se encontraba durmiendo en su domicilio. “Supongo que me llevaron porque yo hablaba con la gente sobre política y también leía mucho. Parece que eso estaba prohibido. Me sacaron todos mis libros”, relató el testigo ante el Tribunal Oral.

Una vez detenido, fue llevado hacia la central de policía de la provincia de Jujuy, donde estuvo secuestrado durante tres días aproximadamente, siendo sometido al menos a un interrogatorio donde se le preguntó con mucha insistencia sobre su vecino Pedro Torres Cabrera, a quien, con posterioridad pudo ver muy fugazmente. “Cuando me estaban trasladando a Gorriti lo vi sentado, pero no recuerdo si Torres estaba golpeado o no, porque me sacaron muy rápido”, indicó.

Durante su cautiverio en la cárcel de Gorriti, el testigo tuvo contacto con el desaparecido Osvaldo José Giribaldi, a quien describió como “un santiagueño que lo habían traído de Yuto”. Serapio señaló que Giribaldi le había pedido que “si le llegaba a pasar algo” contactara a su familia, ya que ellos eran muy conocidos en Santiago del Estero. Por otra parte, aseguró que pudo oír conversaciones donde se mencionó a los desaparecidos Dominga Álvarez Scurta, y Jaime Rafael Lara Torres, aunque sin poder recordar mayores detalles.

Finalmente, una mañana, tras pasar “dos o tres meses” secuestrado, Serapio fue trasladado a la central de policía donde se le tomaron los datos y se lo dejo en libertad.

Jorgelina Yolanda Díaz fue pareja de Narciso Santiesteban, que era un efectivo de la Comisaría 11 de Libertador General San Martín, a quien vio por última vez un 13 de abril de 1977 aproximadamente a las 4 de la mañana, “cuando se iba a trabajar” detalló. “Se había desbordado el río y lo llamaron de urgencia”.

Luego de 10 días de haberse ido, Jorgelina se preocupó y lo fue a buscar a la comisaría donde trabajaba, allí le dijeron que había sido detenido e incomunicado, y que pasó a disposición del Poder Ejecutivo Nacional.

Narciso fue trasladado a la Central de Policía de la Provincia, y con posterioridad, a la penitenciaría de Gorriti. A Yolanda jamás se le permitió verlo, sólo pudo acercarle comida y ropa. Hizo varios trámites para obtener los permisos especiales que le permitieran realizar visitas, pero todos sus intentos fueron en vano.

El 5 de Julio de 1977 Santiesteban fue llevado al Ejército, donde Jorgelina fue a buscarlo, en ese lugar la atendió un militar de ojos claros, quien le mostró un papel donde estaba la firma de Narciso que certificaba su liberación a las 15 hs: “Eran las 17 hs, volví a mi casa corriendo y muy contenta”, recordó. Sin embargo, fue engañada, su esposo no estaba en casa y desde entonces permanece en calidad de desaparecido.

Salir de la versión móvil