El punto neurálgico de la convocatoria será la Plaza de Armas. Los organizadores llamaron a no llevar a los niños al colegio y a no realizar compras ni trámites con el fin de mantener paralizadas las distintas instituciones del país. En tanto, la presidenta Michelle Bachelet llamó a realizar una «marcha pacífica» en contra del sistema de pensiones, ya que así «hace más clara la voz ciudadana».
Actualmente, el 90,75 por ciento de los jubilados por el sistema reciben pensiones inferiores a 154.304 pesos mensuales (233 dólares), casi la mitad del sueldo mínimo establecido en el país suramericano, según un informe publicado por la Fundación Sol.
A la convocatoria se sumaron distintas organizaciones, como los gremios de empleados públicos, que están en huelga en demanda de un aumento salarial y la Plataforma «Chile Mejor Sin TPP», para exigir un cambio estructural en el sistema de pensiones.
Además de en Santiago, también hubo manifestaciones en otras ciudades de Chile, como Valparaíso y Viña del Mar, Concepción, Temuco y Valdivia, entre otras. «Todos los ciudadanos tiene derecho a manifestarse de manera pacífica, pero toda alteración al orden público tendrá que ser vista por la Justicia», dijo a radio Cooperativa el ministro del Interior, Mario Fernández.