El presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales, está decidido a reunificar los dos bloques que tiene el radicalismo en la Cámara de Diputados de la Nación.
Para conseguir el objetivo, invitó a los legisladores que se referencian en el senador Martín Lousteau a participar de un plenario nacional del radicalismo que tendrá lugar este viernes en la ciudad de Santa Fe.
Morales confía que Lousteau, cumpla con su palabra para que los 12 diputados que le responden, agrupados en el bloque «Evolución UCR», se reintegren a la bancada presidida por el cordobés Mario Negri.
La docena de diputados de la UCR regresaría y le daría la fuerza necesaria a la bancada radical -quedó reducida a 33 diputados con la partida de los 12 díscolos de Evolución- no es sencillo ni está exento de obstáculos: el bloque conducido por el cordobés Rodrigo de Loredo no quiere perder visibilidad y exige cargos relevantes como condición para retornar a la «casa común»..
De hecho, trascendió que desde este sector le pidieron a Morales que mediara en la reunión que mantuvo este martes con el resto de los presidentes de los partidos que integran Juntos por el Cambio para que De Loredo sea designado titular del interbloque opositor en la Cámara baja.
El gobernador jujeño transmitió el pedido, pero como era de esperar fue rechazado por Patricia Bullrich (PRO), Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) y Miguel Ángel Pichetto (Peronismo Republicano). Lo más probable es que ese lugar quede en manos de Cristian Ritondo, por ser el jefe del bloque mayoritario de Juntos por el Cambio en Diputados.
Otorgarle esa vidriera a un miembro de una rama minoritaria dentro de la UCR podría generar un grave problema de representatividad política en el interbloque, consideraron los presidentes de los otros partidos.
Esa ecuación, con Negri en el bloque radical y de Loredo en el interbloque, hubiera resuelto la interna de la UCR. Ahora están obligados a barajar y dar de nuevo, buscando una ingeniería que conforme a las dos partes.