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Nueve empleadas municipales se encadenaron hoy en las puertas del Concejo Deliberante de la municipalidad de Perico tras ser despedidas «sin justificación» y responsabilizaron a las autoridades locales por la decisión que consideran «política».
Los cesanteados, en su mayoría mujeres, denunciaron que al llegar esta mañana a sus puestos de trabajo recibieron la notificación pero que nadie les da una explicación de las causas de sus despidos.
«Queremos que se hagan presente los concejales y que nos brinden una solución», dijeron las mujeres tras encadenarse contra la baranda de una escalera del edificio y afirmaron que todas pasaron a la planta permanente en el Concejo Deliberante «desde hace tres o cuatro años».
Las agentes comunales acusan a tres concejales periqueños que apoyaron la aprobación de una ordenanza «sin dar referencias» por la que quedaron cesantes en una sesión de la semana pasada, y coincidieron en que los ediles «recibieron órdenes» del Ejecutivo comunal que responde al gobierno de la provincia.
«Nuestra protesta es pacífica, pero hay desesperación, somos el único ingreso del hogar. Además, sufrimos problemas de salud, por lo que hacemos responsables a las autoridades por los que nos pueda pasar», advirtieron.
«Dónde están las ordenanzas que avalen que nos están despidiendo, no nos justifican no dan argumentos», sentenciaron.
El conflicto por despidos de trabajadores municipales se viene registrando en varios municipios del interior tras el recambio de autoridades en diciembre pasado o por recortes gasto público, y en algunos casos por el reclamo sindical se logró la reincorporación parcial de los cesanteados.
«Se está avasallando los derechos de gente que cumple funciones en sus trabajos, que tiene antigüedad y también fue un compromiso de la provincia que ahora se quiere borrar. El reclamo es legítimo», sostuvo la concejal Anahí Juárez, quien dialogó con los manifestantes y descartó que se trate de «la toma de un edificio público».
