La primera movilización de estudiantes por la educación como derecho social realizada durante la gestión de la presidenta Michelle Bachelet reunió de manera pacífica a 100 mil personas según la organización y 40 mil según Carabineros. Sin embargo, sobre el final se registraron disturbios aislados.
La manifestación, convocada por las principales agrupaciones de estudiantes universitarios y de secundaria buscaba dar un nuevo impulso al movimiento estudiantil, que desde el año 2011 puso en jaque al gobierno de Sebastián Piñera con sus masivas movilizaciones para reclamar una educación pública, gratuita y de calidad, y el fin al lucro en la enseñanza.
La de hoy fue la primera marcha estudiantil desde que Michelle Bachelet asumió la Presidencia del país, el último 11 de marzo, con el compromiso electoral de introducir cambios de fondo en el sistema educativo y avanzar gradualmente hacia la gratuidad.
Las agrupaciones de estudiantes han expresado su desconfianza con el Gobierno y han criticado la poca claridad de la reforma educativa que Bachelet dijo que llevaría a cabo, a la vez que reclaman ser parte de la elaboración de esas leyes.
«Sabemos que el Gobierno no nos va a responder de manera concreta y no va a atacar el problema fundamental de la educación, que es su lógica mercantil», dijo Lorenza Soto, portavoz de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES), uno de los colectivos convocantes de la marcha.
Soto consideró que la educación debe convertirse en Chile en un «derecho social» y aseguró que hasta ahora el Ejecutivo solo ha ofrecido «buena voluntad».
En cambio, el vocero de la Confederación Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), Ricardo Paredes, se centró en el éxito de la marcha. «Queremos agradecer la gran convocatoria que reunió aproximadamente a 100 mil personas, quienes se movilizaron de manera pacífica por las calles de Santiago, reclamando educación como derecho social».
La presidenta de la Federación de estudiantes de la Universidad Católica de Chile (Feuc), Naschla Aburman, manifestó que esta marcha es algo «muy positivo para el movimiento estudiantil y los que están comprometidos con esta reforma» y agregó que «esto apoya una causa que es la educación como un derecho y la participación de la ciudadanía en la reforma a la educación».
Los diputados de la denominada «bancada juvenil», conformada por Camila Vallejo (Partido Comunista), Giorgio Jackson (Revolución Democrática), Karol Kariola (Partido Comunista) y Gabriel Boric (Independiente), marcharon junto a los estudiantes con la finalidad de entregarles su apoyo como congresistas.
«Nosotros ya no somos los representantes del movimiento estudiantil, por lo tanto, nosotros estamos aquí sólo para apoyar, pero tendremos un pie dentro del congreso y otro en las calles junto a los estudiantes», indicó desde la Quinta Región, Camila Vallejo.
Sobre la reforma a la educación el diputado independiente Gabriel Boric, señalo que «no se puede discutir la reforma de educación parceladamente, asi que hay que invitar a todos los actores de la educación».
En este mismo punto el diputado opositor al gobierno, Gaspar Rivas, también salió a marchar dejando en su escritorio del Congreso un cartel que decía: «Hoy ausente. Estoy en la marcha por la educación».
El paso de la marcha por el palacio de La Moneda fue otro punto que marcó esta jornada de movilizaciones, «que se nos haya permitido pasar por La Moneda es un giro de 180 grados a la administración de Sebastián Piñera», señaló el dirigente de la Cones Ricardo Parada.
Por su parte, Carabineros de Chile, informó que la movilización contó con 40 mil asistentes, los cuales fueron resguardados por 1.800 efectivos de la institución.
Sin embargo, al finalizar la marcha un policía de fuerzas especiales de Carabineros resultó con quemaduras causadas por una bomba molotov lanzada por manifestantes encapuchados.