Desde ese preciso instante Rosa pasaba a ser una de las tantas mujeres que son asesinadas cada 30 horas en nuestro país.
Todas ellas y cada una de las asesinadas en nuestro país fueron víctimas del Femicidio, que no es otra cosa que la expresión más brutal de las relaciones personales de los hombres hacia las mujeres dentro del sistema capitalista. La mujer transformada en propiedad privada, en objeto sexual, en cuerpo para ser usado y tirado como paso previo al asesinato.
Desde el Partido Obrero, desde nuestra organización de mujeres Plenario de Trabajadorasdenunciamos al Estado como responsable, porque es él quien educa y enseña las normas y valores donde la mujer es vista como ser inferior y desprovista de derechos, un Estado que junto a la iglesia y los medios de comunicación se encargan de educar a las niñas y niños en base al sexismo, donde el hombre no debe llorar y la mujer debe ser madre y jugar con muñecas. Un Estado hipócrita que inaugura comisarias de la mujer, pero que ante el pedido de ayuda de una mujer violada, abusada o golpeada, lo primero en preguntar es ¡¡¡¿Que hizo la mujer para merecer esa golpiza?!!!. Por lo tanto, un Estado que acusa a la víctima e intenta naturalizar la violencia no es otra cosa que responsable del femicidio.
En 7 años se pudieron registrar 1808 Femicidios
Año 2008 = 208 Femicidios
Año 2009 = 231 Femicidios
Año 2010 = 260 Femicidios
Año 2011 = 282 Femicidios
Año 2012 = 255 Femicidios
Año 2013= 295 Femicidios
Año 2014= 277 Femicidios
Sin embargo ante estos números registrados por organizaciones no gubernamentales, el Estado poco ha hecho por combatir el femicidio.
Bajo esta ola de asesinatos diarios, Cristina Kirchner no dedicó ni un segundo a hacer referencia sobre la violencia de género en las decenas de cadenas nacionales que se emiten en los medios de comunicación. La ley de trata no está reglamentada y las desapariciones de mujeres con finales brutales es moneda corriente.
El caso de Romina Aramayo aquí en Jujuy ha sido el caso testigo de la convivencia del Estado y las fuerzas policiales que lucran con la prostitución. Por su parte los radicales municipales avalaron, en el caso de Romina Aramayo, el funcionamiento de prostíbulos frente a dependencias del Estado provincial, como la Escuela de policía. Toda una hipocresía recalcitrante.
Proponemos levantar un programa claro bajo estos ejes:
La bancada del Partido Obrero-Frente de Izquierda presentará en el Congreso de la Nación un proyecto que contempla algunos de los puntos (como la elaboración de estadísticas oficiales, la incorporación de la temática de violencia en las aulas y la demanda de que se asignen los recursos necesarios) como parte de un programa integral que parte del problema político fundamental de definir quién tendrá la responsabilidad de aplicar estas políticas
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Centros de atención gratuita en cada uno de los barrios de los 24 distritos del país, atendido las 24 horas por un equipo multidisciplinario de planta permanente.
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Subsidio extraordinario a la mujer víctima de la violencia de género equivalente a la canasta familiar. Trabajo estable y en blanco. Que el Estado reserve el 3% de su plantel a mujeres en situación de violencia;
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Casas-refugio de carácter transitorio. Una cada 20.000 habitantes. Asignación del 7% del Presupuesto Nacional de Viviendas a viviendas para grupos familiares en riesgo por violencia de género;
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Jardines maternales en los lugares de trabajo y estudio o su equivalente dinerario;
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Cumplimiento de la licencia de género en el marco de la ley de Contrato de Trabajo;
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Prohibición a las mutuales y obras sociales de dar de baja su cobertura a la mujer y el grupo familiar víctima de la violencia de género.
A partir de este programa promovamos un amplio debate para organizar un poderoso movimiento de mujeres capaz de arrancar estas reivindicaciones y ser parte de una alternativa política propia de los trabajadores.