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Los colectivos feministas de la provincia, entre ellos la Multisectorial de Mujeres de Jujuy y Mujeres Unidas en la Lucha, convocan a marchar para exigir al estado políticas activas de prevención de la violencia de género, tras el femicidio de Alejandra Oscari, que fue quemada viva en San Pedro el viernes pasado. Es el sexto caso del año en la provincia, el cuarto en esa ciudad.
Bajo la conigna “Con vida nos queremos», se pide justicia por Alejandra Oscari, y sobre todo se reclama que los organismos del estado supuestamente dedicados a la prevención de la violencia de género encaren acciones concretas y urgentes. También se insiste en la declaración de emergencia por violencia de género.
No pueden parar. Y nadie los para. Millones de voces exigen que se detenga la violencia contra la mujer y los femicidios, que son su máxima expresión.
La convocatoria es para este lunes a las 20.00 horas en la plaza Belgrano, frente a la Casa de Gobierno, y en el mismo horario en la escuela Normal de la ciudad de San Pedro de Jujuy.
Mientras tanto, la provincia lleva la delantera en el país: este es el sexto femicidio del año, y el cuarto en la localidad ramaleña.
Alejandra Oscari, de 22 años, había desaparecido el jueves pasado. El viernes por la tarde apareció un cadáver calcinado, del que se sabe se trata de una mujer joven, aunque el Ministerio Público de la Acusación informó que no puede confirmar la identidad pues se esperan los resultados de los análisis de ADN. Está detenido el padre de Alejandra.
El caso anterior es el de Silvia Gutiérrez de 31 años que fue muerta por su pareja. Según la autopsia, fue ahorcada y sufrió «una muerte violenta, traumática y agónica». El femicida es Sergio Balderrama, de 38 años, que está detenido. Silvia dejó tres hijos, de 13, 8 y 6 años. Fue en el paraje Queta, a 30 kilómetros de Abra Pampa, el pasado 22 de marzo.
El 15 de febrero fueron asesinadas también en San Pedro Yolanda Velázquez, de 30 años, y su pequeña hija Solange, de apenas 8. El femicida, que había violado a la niña antes de darle muerte, se quitó la vida días después en una comisaría de la localidad de Santa Clara.
En la misma ciudad, Gladis Choque fue muerta violentamente el 17 de marzo e incendiada su casa, por su ex novio junto con algunos amigos. Dejó huérfana a una niña de 10 años. Sufrió un ataque sexual, fue herida con una botella de cerveza rota y posteriormente, para borrar huellas, incendiaron la casa donde vivía.
La trágica lista cierra con Nahir Mamaní, que tenía 20 años y fue fue asesinada de dos puñaladas en la madrugada del jueves de comadres. Tenía una niña de 18 meses, que se criará con su abuelo paterno.
El caso de Nahir es quizás el que más refleja la desidia y la inoperancia de los mecanismos del estado, ya que en septiembre último había ido a la Secretaría de Paridad de Género a denunciar que era víctima de violencia por parte de su ex pareja, y allí solo le dieron un turno para marzo. Nahir nunca llegó.
