Por Gastón Remy*. Milei dijo respecto al presupuesto 2025 y en relación al conflicto universitario, “Cuando se debata en el Congreso que se cambie la composición, siempre que haya déficit cero. El déficit cero no se negocia, que sean explícitos, de dónde va a salir la plata. No voy a subir impuestos, ni tomar deuda nueva”, aseguró a LN+.
Traducido, cuando Milei dice que “el déficit cero no se toca”, en realidad esto implica que “no se toca” el pago de intereses donde se irán 11 billones de pesos, el equivalente a 2,6 presupuestos para las 61 universidades nacionales. Por ende, el cambio de “composición” implica que, si se suben los fondos a la Universidad, se les quite a jubilados, a mujeres que reciben la AUH, a estatales, a salud, cultura. Quiere una pelea de pobres contra pobres.
Las autoridades del CIN (rectores) están más o menos en la misma. Solicitan que en vez de $3,8 billones para la Universidad, sean $7,2 billones sin decir de dónde van a salir los fondos. En el caso del Consejo Superior de la UNJu se pronunció en similar sintonía. Le exige a las y los legisladores nacionales que voten un Presupuesto 2025 que a la Universidad le “permita funcionar y cumplir con sus objetivos de docencia, extensión e investigación”. De nuevo, ¿De dónde sale la plata?.
Sin dudas, hay que ser claros para no caer en la trampa de Milei. Si no se deja de pagar la deuda y sus intereses (además de auditarla, dado que hay fallos judiciales declarando a la deuda de fraudulenta), no hay forma de lograr una mejora al presupuesto universitario. Son $11 billones en intereses, de ahí se podrían obtener tranquilamente los fondos para llegar al planteo de $7,2 billones.
Renglón aparte, el negocio de los intereses de la deuda tiene entre sus beneficiarios a actores de peso mundial como el fondo de inversión Blackrock (quien maneja dinero por U$S 6 mil billones, el equivalente al PBI de Alemania y Francia unidos). El fondo liderado por Larry Fink es uno de los que más títulos públicos del país ha comprado.
Su peso también se hace sentir en la economía real, dada su participación como accionista en grupos mineros como Rio Tinto (9%) que anunció la compra de Arcadium Lithium (Sales de Jujuy/Livent) donde ya BlackRock tenía participación (8,87%). O sea, su poder sobre el litio crece.
También es accionista en Litihium Americas (4,92%), socia en Exar. La UNJu ha firmado acuerdos con estas mineras. ¿Estarán las autoridades dispuestas a rediscutir la continuidad de estos acuerdos? , ¿Por qué no propician un debate para frenar el saqueo y que el litio pueda ser controlado por trabajadores y comunidades con el apoyo técnico y científico de la Universidad?
Pero tampoco es cuestión de que la Universidad se “corte sola”. Por eso, el no pago de los intereses de la deuda, no es la única medida presupuestaria necesaria para salir del ajuste al pueblo. Volver atrás con la reducción de bienes personales a los ricos (Ley Bases) permitiría obtener un aumento de recaudación acorde a mejorar las jubilaciones tal como se planteaba el proyecto -incluso limitado- que vetó Milei.
Pero también medidas más de fondo como impuestos progresivos a las grandes fortunas o la eliminación de los subsidios a grandes empresarios que representa cerca de un 4% del PBI cuando el presupuesto universitario apenas alcanza el 0,5% y las jubilaciones 6,3%.
Respecto al presupuesto 2025 tal cual fue presentado apenas le ganaría a la inflación del año que viene, eso sí, siempre y cuando se cumpla el pronóstico de inflación del 18,3%. Un nivel de inflación que choca con las proyecciones del BCRA (REM) del 38%. Pero aun así, el presupuesto 2025, preserva el ajuste en términos reales efectuando este año sobre el salario y el que viene desde diciembre de 2015 que en total alcanza un 45% hasta septiembre pasado (ver gráfico siguiente).
La Asamblea Universitaria convocada por el Consejo Superior de la UNJu para este lunes, debería tomar nota al respecto, dado que un mensaje contundente de no pago de los intereses de la deuda en el presupuesto 2025, la auditoría de la misma y la propuesta de medidas que graven a los grandes empresarios clarificaría el camino, dado que se trata de una pelea de fondo respecto cuestiones estructurales que hacen al país.
La fuerza para pelear por los fondos para la Universidad, los jubilados, las y los estatales, las obras públicas, está en los estudiantes que hoy marcan el camino. Y en su alianza con el conjunto de la clase trabajadora tomando en sus manos la pelea por arrancarle a las centrales sindicales el paro general y un plan de lucha. Es en las calles, con una Tercera Marcha Federal Universitaria -que aún no le han puesto fecha- y no en el Congreso.
* Diputado provincial FIT-U. Economista