Precisamente por tratarse de elementos tan peligrosos, Mamaní señaló: “Hay que agradecerle a Dios, porque como siempre digo, Dios es bombero”.
Más allá de las metáforas, explicó que su División es responsable del control de la venta de pirotecnia en toda la provincia, y remarcó que “no hay pirotecnia clandestina”. Su interpretación es que hoy en día la pirotecnia legal es más barata, y los elementos importados son más variados y accesibles.
Pero advirtió: “Hay mayor poder de fuerza en la pirotecnia, y si uno tiene elementos de alto poder, debe ir a un descampado”, y agregó: “Los adultos debemos tener en cuenta que lo que compramos es un arma de fuego”.
Recordó luego que la venta en la vía pública constituye un riesgo adicional, un tema sobre el que viene llamando la atención desde hace varios años. Para Mamaní, lo ideal sería que la Municipalidad prohíba directamente esta forma de comercialización.