Obreros despedidos denuncian que “la empresa Ledesma quiere que entreguemos la indemnización por la casa”

Por Miguel López

Obreros de Ledesma SAAI denuncian no solo los más de 140 despidos que impulso la empresa desde diciembre del 2017 hasta la fecha, sino también las presiones que ejerce la patronal para que los despedidos paguen cientos de miles de pesos por las viviendas del barrio Papa Francisco. Los Blaquier quieren que los despedidos cambien sus indemnizaciones por el pago total de la casa, un negocio redondo para empresa, un perjuicio para los obreros y sus familias.

La familia dueña del ingenio Ledesma a impulsado desde fines del 2017 hasta la fecha cientos de despidos, con el clima generalizado de miedo a la desafectaciones de personal logro hacer caer estrepitosamente el salario y las condiciones laborales de los trabajadores de la fábrica y el campo, pero además a los despedidos que viven en el barrio Papa Francisco, barrio construido por el emporio de la familia Blaquier en Calilegua luego de la generalización de la toma de tierras por necesidad de viviendas del 2011 y la represión a las familias sin techo del asentamiento El Triángulo, la empresa los intima a que le cancelen la totalidad del costo de la vivienda o que paguen cuotas sumamente altas. Una total usura que se asienta en un gran negocio inmobiliario que llevo adelante la empresa aprovechándose de una necesidad acuciante en el pueblo ingenio Libertador Gral. San Martin y localidades aledañas como la vivienda propia.

Una necesidad acuciante que es creada por la concentración terrateniente de las grandes empresas y la total decidía de estos empresarios y a su vez latifundistas para con el pueblo trabajador de Jujuy y en particular del departamento Ledesma, donde se encuentran localidades como Libertador Gral. San Martin y Calilegua. Ya que solo hasta el 2010 la empresa poseía 157.556 hectáreas de las que solo explotaba 40.000 hectáreas, mientras al día de hoy hay más de 30.000 familias anotadas en el Instituto de Vivienda y Urbanismo de Jujuy-IVUJ- que solicitan viviendas, muchas de las cuales son de esta zona, ya que Libertador es uno de los lugares donde más golpea el déficit habitacional y el hacinamiento.

Los obreros y empleados despedidos del ingenio Ledesma y presionado por la empresa a cancelar el costo de la vivienda que tiene un precio de cientos de miles de pesos, tanto que para completar el pago de la casa tendría que entregarle a Ledesma casi la totalidad de la indemnización. La patronal azucarera centenaria no solo despide, sino que a costa del hambre de la familia de los obreros azucareros despedidos “quiere que le cambien la indemnización por la casa”, y si no aceptan esta imposición desventajosa para el obrero y sumamente ventajosa para la empresa, además de despedirlos amenaza con dejarlos literalmente en la calle. Los obreros despedidos a fines del 2017 que se resisten a esta extorción se encuentran ya amenazados de desalojo.

A continuación reproducimos el testimonio de un obrero azucarero recientemente despedido del Ingenio Ledesma, a quien los diputados provinciales y concejales del PTS-FIT visitamos para solidarizarnos, y que hace unos días nos hizo llegar a la redacción de La Izquierda Diario estas líneas para que la publiquemos y tome repercusión como denuncia obrera que narra lo que significa la presión que cargan a diario cerca de una quincena de trabajadores despedidos del ingenio, y a su vez desnuda el gran negocio inmobiliario que llevo adelante Ledesma SAAI con la construcción de las 1.000 viviendas del barrio Papa Francisco, falsa beneficencia empresarial que saludaron y reivindicaron tanto Mauricio Macri, como el gobernador Gerardo Morales y el intendente Oscar Jayat.

“Soy un obrero de Ledesma SAAI, me despidieron sin causas de tal empresa hace como un mes. Tengo mi vivienda en el barrio que hizo la empresa, barrio Papa Francisco. Cuando nos reunieron desde la empresa para explicar el tema de cómo iba a ser el pago de la vivienda nos dijeron que eran 40 horas de nuestro salario por mes o 20 horas del sueldo por quincena. Confiados los 1.000 obreros de fábrica y campo que recibimos la casa, aceptamos.

Resulta que cuando me despidieron, fui a preguntar las causas de mi despido, la razón de los despidos de mis compañeros de sección y el tema de mi casa, cuando me contestaron, me quise morir… Porque la empresa Ledesma me dio una indemnización de 640 mil pesos más o menos por 18 años trabajados, y la deuda de mi casa hasta ese día era de 530 mil pesos más o menos, siendo que en estos 4 años que estoy viviendo con mi familia en el barrio Papa Francisco me descontaron de mi sueldo casi 125 mil pesos.

La patronal hasta antes que me deje en la calle a mí y a mi familia, me descontaba más o menos 5 mil pesos por mes por la casa, después que me despidieron me dijeron que ahora esa cuota es de 17 mil pesos, una barbaridad, por lo que yo les dije que me digan que alquiler de una vivienda popular en Libertador o Calilegua cuesta tanto, para demostrarle que era una injusticia la que están cometiendo conmigo y otros compañeros que están en la misma que yo, despedidos y presionados por el alto precio de la casa.

Sé qué a los primeros compañeros despedidos, que fueron echados sin causa después de las fiestas navideñas del 2017, les descontaban más o menos 3 mil pesos de su sueldo como cuota de la casa del barrio Papa Francisco, pero cuando ya lo despidieron le querían cobrar más o menos 9 mil pesos por cuota de la vivienda, y para cancelar la casa le pedían más o menos 300 mil pesos. A esos compañeros hoy los intiman a pagar los 300 mil pesos más 150 mil pesos de intereses y costas de juicio, y dicen que si no lo hacen lo desalojan con la policía. A la extorción de la empresa contra los despedidos se presta la justicia y la policía, ellos permiten que Ledesma SAAI amenace de esta manera, y los gobernantes hacen la vista gorda.

Pareciera que la empresa quiere que le entreguemos la indemnización por la casa, un cambio en el que solo ganan ellos. Obviamente que yo no voy a poder pagar los 500 mil pesos que me piden, si me están pagando una miseria de indemnización, no llego ni ahí a darles de comer a mis 3 hijos, ni que hablar de lo que me cuesta que ellas terminen sus estudios secundarios para que luego continúen la universidad.

El sindicato tiene que hacer algo, llamar a una asamblea para tocar este tema urgente que está perjudicando a muchos, mi caso se repite en por lo menos 15 compañeros de trabajo de mi sector, de otras secciones y departamentos de Ledesma SAAI. Necesitamos medidas de fuerza del gremio, en protección del trabajo y la vivienda, para que la empresa termine con esta injusticia de despedir y encima querer que paguemos altas cifras de dinero por la casa, que no llegamos a pagar, y si pagamos nos quedamos sin un peso para sostener nuestras familias, porque le estaríamos entregando casi toda nuestra indemnización”.

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