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Palma Sola: denuncian intentos de desalojos violentos por parte del dueño de Manaos

Pobladores de la zona de Palma Sola denuncian intentos de desalojo por parte de un empresario que busca extender sus cultivos de caña y soja transgénica. Gloria Mamaní, de la Organización Tierra Fértil, dijo a El Submarino que topadoras arremetieron contra los corrales de familias campesinas que viven en inmediaciones de la finca Isla Chica, propiedad de Orlando Canido, titular de la empresa Manaos.

“Quiere desalojar a los campesinos, alambró cerca del patio de las casas y desarmó corrales con topadoras”, detalló Mamaní, y explicó que Canido, que planea sembrar soja transgénica, tiene plantaciones de caña a gran escala, que vende al Ingenio Ledesma. “Todos están de la mano”, concluyó.

 Asegura que “hay empleados que ponen la cara que son de Santiago del Estero y de Ledesma, y tienen gente armada para desalojar a los campesinos”, y agrega: “Corremos el riesgo de salir , volver y que ya hayan ocupado las tierras. Ya hubo compañeros detenidos”.

 El empresario Orlando Canido, dueño de la fábrica de gaseosas Manaos, se instaló en ese lugar hace algunos años. “Primero no hubo mucha resistencia, y dos tres familias quedaron a la orilla de la caña de azúcar”, relató Mamaní, y continuó: “”Pero después intentó avanzar más y con amparos y juicios veinteañales se logró pararlo”.

 La mujer vive en el Paraje Puente Santa Fe. “En 2009 sufrimos un conflicto muy grave, fuimos atropellados, mis abuelos fueron golpeados y detenidos por la policía de Palma Sola”, recuerda, y destaca la diferencia entre aquel momento y el presente: “Entonces se desmontó y se desalojó, por eso ahora estamos más preparados. En aquel momento, cuando nos organizamos, ya había soja, no quedaba monte y los animales habían muerto”.

Los campesinos afectados por el avance de Canido realizaron sendas presentaciones en la Justicia y en la Secretaría de Gestión Ambiental de la provincia, aunque “con el tema burocrático se demora un poco y mientras, ellos siguen avanzando”, señaló Mamaní.

 Las tierras pertenecen ancestralmente a los pobladores campesinos. “Tenemos nuestra cultura, y tenemos campos comunitarios para la cría de ganado vacuno”, explicó la  mujer, y agregó: “Dicen que somos violentos, pero hicimos todas las cosas legales. Resistimos con carpas y nos cortaron los alambres, pero lo volvimos a yapar. El monte no se puede destruir, pertenece a la naturaleza”.

 No solo en Jujuy

 Hace un par de semanas hubo un incidente con el mismo Canido en Santiago del Estero. Según denunció Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase), paramilitares habrían sido contratados con la intención de ocupar las tierras de la comunidad guaycurú, compuesta por 15 familias que ocupan unas 10 mil hectáreas. De acuerdo a la denuncia, la banda armada llegó a efectuar disparos contra los campesinos pertenecientes al movimiento.

 En los últimos dos años, Canido fue denunciado por intentar quedarse con una gran cantidad de tierras en varias zonas de Santiago del Estero, aunque los campesinos de esa provincia aseguran que los intentos de ocupación empezaron en 2004.

 En otras ocasiones, el empresario inició conversaciones con los pobladores para alcanzar acuerdos de cesión de tierras, que nunca llegaron a buen puerto. 

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