Por Alejandro Cano, para El Submarino Jujuy. La tensión de los días posteriores a la derrota electoral que sufrió el Frente de Todos hacía pensar que la semana no podía terminar de la mejor manera. Así, la crisis política se desencadenó luego de la presentación de la renuncia del ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro.
Y es que las 36 horas comprendidas desde pasado el mediodía del jueves 16 al viernes 17 por la noche fueron el escenario de un terremoto político que por momentos parecía quebrar la coalición oficialista. La televisión transmitía en vivo y desde las locaciones donde supuestamente se reconfiguraba el poder, pero el poder en sí mismo se dirimía también en el plano simbólico, a través de mensajes en Twitter, redes sociales, audios explosivos de WhatsApp y cartas en modo digital.
Palomas vs halcones. La versión local de este drama singular tuvo el precedente de la presentación de una línea de gestión en hidrocarburos en la que el presidente Alberto Fernández respaldó al titular de Economía, Martín Guzmán. Para los halcones fue la gota que rebalsó el vaso y motivó una catarata de renuncias de ministros y funcionarios de primera línea que responden a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La tensión fue tal que puede ser catalogada como una de las acciones políticas más importantes de los últimos años, y el cimbronazo también repercutió fuerte en la opinión pública generando incertidumbre e incredulidad.
Desde la oposición, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, rápido de reflejos, convocó a una conferencia de prensa con la excusa de anunciar el levantamiento de los aforos y el retorno a la presencialidad total. Aprovechó la ocasión para mostrarse moderado y con temple de piloto de tormenta, como si ya quisiera probarse el traje. Otro tanto hizo Gerardo Morales llamando al “fortalecimiento de la institucionalidad” y mostrándose preocupado por la situación del FdT, tratando de diferenciarse de aquellos que a los que acusó de “empujar” un diciembre de 2001, aquel año en el que él mismo era funcionario de la Alianza. Pero no pudo con su carácter y en un momento de una entrevista con radio La Red se salió del personaje y lanzó una frase fiel a su estilo: “Perder unas PASO tampoco es para cortarse las venas”.
Patricia Bullrich, Javier Milei, Mario Negri, Elisa Carrió y Alfredo Cornejo tuvieron la pantalla a disposición con un discurso que hablaba de “golpe”, “autogolpe”, “lucha palaciega de poder” y “fractura”. La coalición opositora siempre se prepara con un guion bien aceitado del que la mayoría de sus dirigentes no se corren. Del otro lado, el FIT también se pronunció utilizando el término “golpe”, coincidiendo discursivamente con el espacio de la derecha.
Jujuycito de mi alma
En Jujuy, todo normal. La Legislatura le dio el acuerdo a Walter Rondón como fiscal en delitos penales y económicos contra la administración pública, cuestionado por numerosas denuncias y causas judiciales que pesan sobre él y cuyo pliego ya había sido rechazado con anterioridad. En esa misma cuarta sesión especial, el Frente Cambia Jujuy metió por la ventana, trató sobre tablas y emitió una resolución repudiando un comunicado del Colegio de Abogados. El colegio profesional había cuestionado la detención del abogado Héctor Hugo Huespe, que había defendido a vendedores ambulantes y a los vecinos de Campo Verde. Total normalidad institucional.
En este contexto, los dirigentes locales del FdT no expresaron más que con tibieza algunas líneas en redes sociales sobre la crisis política en Nación. Parecía que nadie quería expresar su postura ni jugarse en un escenario con un final abierto.
Nuevos aires, nuevo gabinete
Cuando todo indicaba que esta situación podría a convertirse en una crisis institucional, el presidente Alberto Fernández pegó un volantazo y anunció el viernes a la noche un recambio en el gabinete nacional. El listado incluye a Juan Manzur como jefe de gabinete; Santiago Cafiero que deja la Jefatura de Gabinete para irse al Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto; Aníbal Fernández en la cartera de Seguridad; Julián Domínguez a Ganadería, Agricultura y Pesca; Jaime Perzyck en Educación; Daniel Filmus en Ciencia y Tecnología, y finalmente Juan Ross como secretario de Comunicación y Prensa.
La resolución parece haber buscado sintonía con lo que había solicitado CFK, aquella mujer que escribió una dura carta al presidente. Luego de la reunión de este sábado de Alberto con los gobernadores peronistas en La Rioja, todo parece indicar que el gobierno, a pesar de la dura interna pública, ha recuperado la centralidad política. Si esto es así, el Frente de Todos tiene la posibilidad de relanzar la gestión de cara a los dos años que le quedan de mandato.
Son horas difíciles para el gobierno. Con casi el 68% de participación en las elecciones primarias del domingo 12, Juntos por el Cambio alcanzó un 38,29% y al Frente de Todos le faltaron unas décimas para llegar al 30%. De aquí a las legislativas del 14 de noviembre, quedan sólo dos meses para revertir más de dos millones de votos en todo el territorio nacional, más la ilusión de convencer mayoritariamente a aquellos que no fueron a votar.
Lo que viene
Con una tasa de desocupación del 10,2%, una inflación que para agosto marcó 2,5% y en los últimos meses acumula el 51,4%, según el Indec, y teniendo en cuenta que en la mayoría de los casos los acuerdos de paritarias no superan el 40%, el escenario económico será clave para una posible recuperación electoral de la coalición gobernante.
Hay señales que indican que Alberto entendió el contundente mensaje de las urnas. En este sentido, el posible regreso del Ingreso Familiar de Emergencia, el aumento del Salario Mínimo Vital y Móvil, el aumento de la Asignación Universal por hijo y el bono a los jubilados tienen la meta de dinamizar el mercado interno e inyectarle dinero a las familias cuyos ingresos fueron fagocitados por la suba de precios, fundamentalmente de alimentos y productos de primera necesidad.
El cambio de gabinete y un paquetazo de medidas económicas para fortalecer la economía familiar parecen ser la salida de este escenario pospandemia. Lo que nadie sabe, ni siquiera las encuestadoras y consultoras -que otra vez se equivocaron con los resultados de las PASO- es qué puede llegar a pasar el 14 de noviembre.