El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó hoy que «eran esperables» las expresiones iniciales de rechazo formuladas por diversos grupos de acreedores a la propuestas de reestructuración de deuda formulada por el gobierno argentino.
«En algún sentido eran esperables; también es parte de lo que es un proceso en el que la otra parte busca presionar para que Argentina ofrezca más, pero como digo, no se puede, porque ofrecer más no es sostenible y nosotros eso es algo que no vamos a hacer», dijo el ministro en diálogo con radio El Destape.
Ayer, tres grupos de acreedores explicitaron su posición de rechazo a la oferta que se conoció el viernes a última hora y que fue publicada ayer en el sitio oficial de la SEC estadounidense.
Guzmán ratificó hoy los términos de la oferta y sugirió que la misma no deja espacio para una negociación.
«La oferta es la que es», sostuvo el titular del Palacio de Hacienda, para luego remarcar que que la iniciativa «ya está en la comisión nacional de valores de los EE.UU. y es el producto del entendimiento al que hemos llegado después las conversaciones y negociaciones que hemos tenido; de las cuales, insisto, no es que hubo acuerdo porque ellos están pidiendo algo que es simplemente insostenible».
Un detalle que mantiene expectantes a los analistas de mercado es el vencimiento de mañana de bonos por un monto estimado en 500 millones de dólares, que corresponden a títulos Globales 2021, 2026 y 2046, tres compromisos emitidos en dólares bajo ley extranjera que se encuentran dentro de la propuesta de reestructuración de deuda.
Guzmán deslizó que mañana no se pagarán dichos vencimientos, por lo que se activarán los 30 días antes de caer oficialmente en default, un tiempo que el gobierno ya tiene en sus cálculo para poder completar el proceso de reestructuración en marcha,
Había adelantado la semana pasada que el proceso duraría alrededor de 20 días.
También el presidente Alberto Fernández -en declaraciones recientes- señaló que la Argentina iba a hacer uso de los días legales posteriores a este vencimiento antes de caer en incumplimiento formal.
«Nosotros partimos de la base de que la Argentina ya está en una situación de virtual default. Argentina ya no tenía capacidad de hacer frente a los pagos de la deuda programados, y decidimos seguir un proceso sobre la base de la buena fe. Se hizo un esfuerzo para establecer ese proceso que llevaba unos meses, durante unos meses se continuó pagando la deuda usando reservas, que eso fue parte de lo que previó la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva adoptada en diciembre de 2019», dijo Guzmán esta mañana.
El ministro remarcó que desde el Gobierno «ya considerábamos que la economía estaba en virtual default».
«Entonces, no es que Argentina hoy tiene acceso al mercado de crédito internacional y entonces luego de no poder hacer frente a los pagos de deuda que se vienen en los próximos días va a perder ese acceso. Eso no es así, Argentina ya no tiene acceso al mercado de crédito internacional y eso va a seguir ocurriendo pase lo que pase», agregó.
En otro orden,consultado sobre el acuerdo firmado en 2018 con el Fondo Monetario Internacional, Guzmán dijo que no se podrá pagar al organismo internacional hasta -al menos- el año 2024. y que el gobierno busca acordar un nuevo programa.
«Los montos de pagos al Fondo que Argentina enfrenta para 2021, 2022 y 2023 son montos que hoy en día no se pueden enfrentar. Argentina no tiene esa capacidad de pago y no tiene acceso a los mercados de crédito internacionales», consideró.
«Recordemos que la premisa -continuó-, lo que fundó el acuerdo del gobierno anterior con el FMI, era que la entrada en escena del Fondo iba a generar un shock de confianza», y ocurrió lo contrario, recordó Guzmán.
En cuanto a a la propuesta, el Gobierno oficializó que propondrá 10 bonos, cinco en euros y cinco en dólares, con intereses promedio de 2,3% y extensión de plazos hasta el 2047, y que, en promedio en términos de valor presente neto, el mercado valuó que tendrán una quita de cerca de 67%, similar a la oferta de reestructuración del 2005.
En base a la propuesta presentada ante la SEC, el gobierno no descarta la utilización de «warrants» (garantías), para mejorar eventualmente la oferta, sin cambiar las condiciones iniciales.
Así se desprende del documento suplementario de la oferta de 50 paginas, enviado hoy a la SEC, las siglas en inglés de la comisión de valores estadounidense, en donde especifica que no descarta utilizar «warrants» en la oferta de reestructuración,
En el canje 2005, estos warrants fueron los cupones atados al PBI, que funcionaron como un premio atractivo para los acreedores, ya que se otorgaban todos los años a fin del período, bajo la condición de que la economía argentina creciera más de 3%.
Estos cupones fueron útiles para lograr cerrar con éxito la propuesta de reestructuración de entonces y luego resultaron muy buscados por los inversores, debido al alto crecimiento de la economía registrado en los años posteriores al canje.