Icono del sitio El Submarino Jujuy

“Para Morales es un juego político y no zonzo para jugarlo”

gerardo morales

Por Juan Giusti. Gerardo Morales asumió el 10 de diciembre de 2015. Lleva 52 meses de gobierno y ya generó 3 incidentes diplomáticos al Estado Nacional. Un promedio de un incidente internacional cada 18 meses, y lo que es peor es que, conforme a su promedio, todavía tiene tiempo en el gobierno para generar 2 incidentes diplomáticos más.

El primer incidente que generó Morales, fue cuando les dio la orden a los supremos “Titina” Falcone y el recientemente renunciado Pablo Baca, para que no hagan cumplir órdenes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la ONU en la causa de Milagro Sala.

Sabemos que el Poder Judicial de Jujuy está sometido a la voluntad de Morales. Y también sabemos que son varias las causas que demuestran este sometimiento.

Pero la orden de desobediencia dada por Morales, a lo dispuesto por esos organismos internacionales de Derechos Humanos de los cuales la Nación Argentina es parte, acarrea responsabilidad institucional del país, no de solo de la provincia de Jujuy.

No voy a entrar a analizar (ni en la polémica) las causas que motivaron es las órdenes de esos organismos internacionales, lo que sí está claro y es fácilmente demostrable, es que la Provincia de Jujuy incumplió y que generó un problema de responsabilidad internacional a toda la Nación, a instancias de Gerardo Morales.

El segundo incidente que generó el gobernador, fue cuando a su ministro de Salud, Gustavo “Bacha” Bohuid se le ocurrió la idea de cobrar los servicios de salud a extranjeros. En este contexto y en honor a la verdad la palabra “extranjeros”, debe leerse “bolivianos”.

El tema es que con la propuesta del tándem “Morales-Bohiud”, Argentina viola su propia Constitución, en especial el art. 75 inc. 22, que contiene todos los tratados de derechos humanos incluidos en el bloque de constitucionalidad que rige la vida cotidiana de los argentinos.

Y cómo el proyecto del cobro de los servicios de salud iba dirigido únicamente a los ciudadanos bolivianos (y no a los extranjeros), terminó con una tensión diplomática con el gobierno del entonces Presidente Evo Morales, y la sanción de una ley provincial donde se instaura el cobro un co-seguro de salud a los extranjeros (recordemos que debemos leer “bolivianos”) en los hospitales públicos de Jujuy. La ley sancionada por la Legislatura Provincial hasta el momento no se implementó, ya que ¿reconocen la inconstitucionalidad de la misma? No lo sé.

El tercer incidente es actual. Y surgió con el traslado de aproximadamente 50 extranjeros con otros tantos nacionales, fueron 62 personas, en pleno aislamiento obligatorio por la pandemia del coronavirus.

Los extranjeros (peruanos, venezolanos y colombianos) estaban en nuestra provincia, en la ciudad fronteriza de La Quiaca, y fueron llevados hacia la ciudad de Buenos Aires. Hay que decir que el traslado, Gerardo Morales lo ordenó violando normas convencionales, leyes nacionales y protocolos sanitarios. Los medios nacionales inmediatamente recordaron la razzia realizada por el genocida Bussi en Tucumán, cuando subió a los linyeras tucumanos y los abandonó a su suerte en el límite con Catamarca.

Este contingente de personas, cuando fue descubierto por la Policía de la Ciudad de Buenos Aires mientras viajaban en un colectivo de la empresa Balut Hnos., fue detenido a su ingreso a la Capital Federal. Se demostró que el traslado no estaba con los “papeles en reglas”, como salió a decir el Gobernador jujeño por los canales de televisión TN, A24 y AMERICA TV.-

Reitero en el colectivo iban venezolanos (que si tenían permiso de traslado por ser refugiados), colombianos y peruanos.

Dejemos en claro algo, para no perder el hilo del problema: “cualquier traslado de personas, sean nacionales o extranjeros, recién se podría hacer a partir del 13 de abril de 2020, o cuando el Gobierno Nacional disponga que termine el aislamiento”.

Tanto Morales, como su Secretario de Relaciones Internacionales e Integración Regional Pablo Palomares, dijeron que al contingente de personas lo estaban esperando con los brazos abiertos en la ciudad de Buenos Aires, especialmente las embajadas de las naciones hermanas.

Apenas escucharon las declaraciones de Morales, de manera inmediata, desde las Embajadas de Perú y Colombia salieron a desmentir a quien ejerce la primera magistratura en Jujuy y a sus funcionarios (especialmente a Diego Valdecantos y Pablo Palomares), y esas representaciones diplomáticas dijeron que estaban respetando el aislamiento como lo ordenaron en sus países y en Argentina, que no habían coordinado el traslado, llegando incluso el Embajador colombiano a pedirle a Morales que se retracte y se disculpe por mentiroso.-

No contento con mentir, Morales, contradijo a ambas embajadas y al embajador colombiano en la Argentina lo trató de “Miserable”, si así como lees MI-SE-RA-BLE. Es la primera vez que Yo veo que un Gobernador de provincia de mi país, insulta públicamente a un Embajador de una nación hermana.

Lamentablemente este sainete, y este estilo de gestión, no va a terminar acá, Morales no es zonzo. El juego político que hace, lo realiza porque en su electorado el racismo y la xenofobia están bien vistos.

Además su gestión de gobierno (por llamarla de alguna forma) entró en una debacle acelerada, y que se evidenció en la “sacha- apertura” de la sesiones ordinarias de la Legislatura, en donde además de la falta de quorum que nulificó dicha sesión, no rindió cuentas ante el pueblo, ya que no podía contarnos a los jujeños como fue su gestión de gobierno en el último año.

Como frutilla del postre, no solo se peleó con las Embajadas de Perú y Colombia; estos días también lo hizo también con los gobiernos de Chubut, Catamarca y Formosa, dudando de sus datos sanitarios en relación a la pandemia del coronavirus, ya que hasta el momento que se escribe esta nota, no tienen casos confirmados de coronavirus. Esto, obviamente le valió la respuesta de los gobiernos provinciales.

Los que vivimos en esta bendita tierra y debemos empezar a acostumbrarnos a esta nueva etapa, de cómo va a ser la línea de acción política del gobierno provincial. Esta va a consistir en muchas peleas, a diestra y siniestra, insultos, falta de institucionalidad, persecución de opositores, la apuesta a la grieta, y todo ello condimentado con un plus de xenofobia, para sazonar las mismas.

Todas esas cosas van a estar presente en el segundo gobierno de Gerardo Morales, cuándo lo que debería hacer es todo lo contrario, es decir empezar a gestionar la administración pública con criterios de racionalidad, eficiencia y tolerancia. Estos valores están ausentes en este gobierno radical.

Lamentablemente para nosotros vienen tiempos oscuros en lo institucional y en lo económico para nuestro querido Jujuy, y hay un solo responsable de esta situación, que se llama Gerardo Rubén Morales.

 

Salir de la versión móvil