Con una postura que podría describirse como la tercera posición dentro del peronismo jujeño, se armó hace unas semanas la lista interna Azul Integración. Raúl María Noceti, que es congresal nacional del PJ, integra ese grupo de dirigentes que se mantiene lejos de los dos grupos visibles: el encabezado por el vicegobernador Carlos Haquim y el que sobrevive bajo el ala del triunvirato Fellner-Jenefes-Rivarola.
La Lista Azul Integración fue lanzada en los primeros días del año, y sus referentes son, además de Noceti, los congresales nacionales Eduardo Cavadini y Rodolfo Tecchi; los dirigentes Fernando Frías, Edgardo Aramayo, Zalma Haidar, Gabriel Romarovsky y Matías Novoa Haidar, y con ellos, el vicepresidente partidario Huáscar Eduardo Alderete.
“Nosotros somos viejos militantes del justicialismo, que veíamos que el partido venía cerrándose y se convertía en una oficina innecesaria”, explica Noceti, y afirma que “hay que cambiar y modernizar el partido, persiguiendo los mismos principios del peronismo pero de una manera diferente, más moderna, haciendo participar a todos los peronistas de la provincia y no solo a un pequeño grupo”.
Repasa la percepción que tuvo en ocasión de las PASO, cuando le tocó manejar el comando electoral: “Ahí vimos que había una queja recurrente sobre la hermeticidad en el justicialismo, donde nadie podía participar ni hablar y los afiliados se enteraban de las cosas por los diarios”. Así es como surgió, “de manera espontánea”, asegura, la necesidad de “armar algo” para las internas. “Incluso creo que si hubiéramos ganado las elecciones, este grupo iba a hacer lo mismo”, asevera.
-¿Los reproches por la derrota están dirigidos hacia el kirchnerismo, el fellnerismo…?
-Nosotros, por supuesto, hacemos una autocrítica, todos hemos tenido alguna participación… pero yo escucho a los compañeros que después de doce años con los mismos dirigentes ahora se ponen como en un lugar ajeno al partido, como Miguel Morales, que decís “estos muchachos no se han enterado de que han perdido”. Yo creo que la mejor manera de hacer una autocrítica es a través de una nueva propuesta, subsanando lo que se ha hecho mal. Porque hay algo que quiero decir: estoy convencido de que las elecciones las perdimos nosotros, no es que hayan ganado los otros sino que perdimos por nuestros errores.
-¿Cómo define la línea de Azul Integración?
-Queremos una renovación, y todos los que quieran participar están invitados. Yo estoy sorprendido por la gente que se acercó. Para sumarse, no hay otra condición que ser peronista y queres hacer las cosas de una manera distinta. Sí queremos que sean compañeros nuevos, diferentes. Y se ha acercado mucha gente joven. Después llegará en momento en que los compañeros legitimen con el voto quiénes tienen que dirigir el partido. La prueba más cabal de la falta de legitimidad se ha dado con el balotaje, porque allí los punteros, los dirigentes, no han trabajado para las elecciones, no ha habido transporte ni nada, y el peronismo sacó menos votos de los que había sacado. Hubo candidatos del interior que sacaron menos votos que la cantidad de cosas que habían repartido. Y está bien eso, porque la gente, por suerte, hace lo que le parece y no lo que le dicen los punteros.
‘Héroes y villanos’
-¿Qué piensa de los dos congresos que se hicieron, el de la sede partidaria y el de UPCN?
-Los dos congresos que se hicieron, todos esos congresales, no representan a nadie. Ninguno de los dos refleja al peronismo. Lo que nos preocupa es que estas escaramuzas no terminen en problemas que compliquen el proceso de internas. Nosotros queremos que el día 20, tal como está previsto, surja un grupo de compañeros que sean la nueva conducción, legitimada con el voto de los afiliados.
-Hay quienes han calificado a los dos últimos congresos partidarios como impresentables.
-Sí, nosotros pensamos lo mismo.
-Cuando se presentó la lista Azul Integración, usted dijo “tenemos un límite”. ¿Cuál es ese límite?
-Nosotros no queremos que esta lista sea un rejunte de los que estuvieron hasta ahora.
-¿Ni Fellner ni Jenefes ni Rivarola ni Haquim…? ¿Ninguno?
-No, ninguno. Por Fellner tenemos un gran respeto, él ha sido el peronista más importante que ha dado Jujuy y creemos que tiene mucho para dar, pero desde otro lugar. Y los demás se tienen que ir a su casa, agradecidos por lo que el PJ les ha dado, que ha sido muy generoso con la mayoría de los dirigentes. Y hago la salvedad con Fellner porque esta última elección él fue candidato por la presión que recibió, porque no había otro, y eso también es responsabilidad de él, claro. Pero los demás se han beneficiado del peronismo, y además se creen los héroes, cuando en realidad son los villanos.
-¿Y Haquim?
-En el caso de Carlos Haquim, hay un error. Yo estoy convencido que no es él con quien estamos lididando, sino con el gobernador; que esta operación sobre el otro congreso peronista se hizo en la Casa de Gobierno y no en la Legislatura. Carlos Haquim tiene un entorno de compañeros que trabajan con él, pero revisemos la importancia que tiene su presencia en el gobierno provincial: ninguna. El único más o menos importante es Agustín Perassi en el Ministerio de Gobierno, pero no podemos decir que responda a Carlos Haquim.
-Pero son peronistas.
-No. Eran peronistas. Pero sigamos con el razonamiento: en la segunda línea de gobierno, ¿cuánta gente puso Haquim?
-A Agustín Perassi en Gobierno, a sus dos hermanas, en la Defensoría y en la Secretaría de Derechos Humanos…
-Bueno. Pero han ampliado en cuatro miembros el Superior Tribunal de Justicia, y si uno tiene un poco de importancia, por lo menos pone uno. Estamos hablando del Superior Tribunal, ¡cuatro miembros! Si tenés un poco de peso político, por lo menos uno tenés que poner. Usted me está comparando al Superior Tribunal de Justicia con un cuatro de copas. Y todos estos dirigentes que han comprado, como Miguel Morales, ¿de dónde han salido los planes y todo lo que les han dado si la Legislatura no maneja eso? Han salido de la Casa de Gobierno. Por eso nosotros decíamos que no queremos que el gobierno se meta en la interna peronista. Nos tienen que dejar que normalicemos el partido para ser oposición.
‘Cumpliendo órdenes’
-¿Qué cree que le conviene más a Gerardo Morales: que la interna peronista la gane la Azul Integración, el sector de Haquim o el fellnerismo?
-A él le conviene que el partido se haga mierda.
-¿Y eso pasaría si gana el fellnerismo?
-No, no. Fíjese lo que ha pasado en Misiones y en Santiago del Estero. El partido ha perdido y han empezado un proceso similar, a hablar con el gobernador, se encarajinó la interna y se intervino el partido, y ahora el PJ ya no existe.
-¿Pero qué le conviene a Morales? ¿Una oposición como la que harían ustedes o una oposición encabezada por su propio vicegobernador?
-Bueno, precisamente, en Santiago del Estero el vicegobernador es presidente del PJ y la gobernadora es afiliada radical. Yo coincido en que Gerardo Morales va a querer que el presidente del Partido Justicialista sea Haquim.
-Algunos interpretan que para el oficialismo sería mejor tener enfrente a un peronismo débil, en manos de cualquiera de los tres históricos, Fellner, Jenefes o Rivarola.
-Si fuera así, ¿para qué quiere Haquim quedarse con el partido? ¿Para voltear a Gerardo dentro de dos años? No, yo creo que Haquim está cumpliendo órdenes, porque él tiene muy poco peso político. Yo he hablado con compañeros que se han ido y me han contado, y me consta que ese congreso se armó en la Casa de Gobierno.
‘Payasos’
-A nivel nacional, las internas se dirimen en abril. ¿Qué peronismo prefiere usted? ¿Uno representado por Urtubey o por Capitanich, por ejemplo?
-Yo no voy a hablar de nombres, pero le digo que esto que estamos hablando sobre Jujuy es lo que tiene que pasar a nivel nacional. El peronismo tiene costumbres, hábitos que no son para el siglo 21; se tiene que modernizar, siempre siguiendo los mismos principios doctrinarios. Yo soy congresal nacional, estaré ahí en la interna nacional y la gran discusión será esa, que sea un partido moderno y dinámico, en el que todos los afiliados sean actores.
-Ayer se quebró el bloque del FPV en la cámara de Diputados. De este éxodo forman parte Héctor Tentor y Guillermo Snopek. ¿Qué piensa?
-Son dos payasos, es una vergüenza. Ellos debieron esperar que pasen las internas de Jujuy, y una vez el PJ de Jujuy estuviera legitimado, esperar que el partido tome una posición y después estos dos payasos hacer algo.
-¿Azul Integración está más cerca del kirchnerismo o del grupo de Tentor y Snopek?
-No estamos ni cerca ni lejos. El kirchnerismo tiene que hacer un montón de correcciones, un proceso de autocrítica, hacer las cosas totalmente distintas y volver a la democracia participativa. Pero por otro lado estos que han salido lo han hecho porque son tan impresentables como los congresales de acá. ¿Quién les ha dado el mandato, u obedeciendo a qué principios políticos del peronismo de Jujuy, quién les dijo a Tentor o a Snopek que se vayan a ese bloque? Deslegitiman el mandato. Yo no digo que el peronismo de Jujuy no podía decidir algo así en el futuro, pero esa tiene que ser una decisión orgánica. Que nosotros nos enteremos por los diarios de que estos muchachos han roto con el bloque es una locura. Mientras Eduardo Fellner, que entre comilas es el jefe de ambos, estaba poniendo la fecha para la interna en el Consejo Nacional del partido, al que no fue Urtubey, en el mismo momento estos dos diputados nacionales, que él mismo puso en la lista, estaban yéndose a otro bloque. Mirá si no necesitaremos una elección interna para que el PJ se regularice. Ayer estábamos indignados, es una vergüenza.
-Este grupo de diputados que se pasó al peronismo, digamos, ortodoxo…
-¿Pero quién te ha dicho que ese bloque es el peronismo ortodoxo, quién del peronismo está ahí? No son ni el viejo peronismo, ni el peronismo de derecha ni nada de eso. El que les está dando órdenes a Tentor y a Snopek es Gerardo Morales. En el peronismo jujeño nadie les ha dicho nada, fue algo personal. Cómo será que no hay conducción que al mismo momento del Consejo estos dos muchachos estaban saltando el cerco al solo efecto de ser funcionales a este gobierno cuando deje de gobernar por decreto de necesidad y urgencia.