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Mónica Cunchila llegó a la plaza Belgrano encabezando el reclamo habitual de Padres y Madres del Dolor, que piden justicia por sus hijos e hijas muertos de forma violenta. Pero no pudo siquiera poner los carteles en las rejas de la Casa de Gobierno porque la policía amenazó con iniciar una denuncia contravencional.
«Cuando quise poner los carteles, de adentro de Casa de Gobierno salió un comisario y me dijo que retirara todos los carteles o de lo contrario me harían la contravencional», contó Cunchila a los medios locales presentes en la plaza.
La mujer dijo que el efectivo fue prepotente y no le dio ninguna explicación. «Después empezaron a llegar policías mujeres y una comisaria; yo estaba nerviosa, no entendía, si lo único que hago es pedir justicia», continuó Mónica.
Esa mujer policía fue más amable y le explicó que venía «una autoridad del exterior». Se trata de una visita de funcionarios de Paraguay en el marco de la cual la policía de la provincia desplegó en el lugar un operativo que incluyó a un centenar de efectivos.
Padres y Madres del Dolor realizan todos los martes la marcha de las velas para pedir justicia por sus hijos e hijas. «Faltan pocos días para que se cumpla un año que no tengo a mi hija, tenemos 52 familiares que marchan con nosotros todas las semanas», dijo Cunchila.
«Tengo todo a flor de piel; yo lo único que hago es pedir justicia por mi hija a casi un año de no tenerla», comentó Mónica, que esperó sentada en un banco de la plaza, con sus carteles, hasta que terminó el acto protocolar.
«Esperamos respetuosamente que terminen. No quieren que se vea que hay gente que se está convocando, que no se vea que la justicia es lenta. Pero igual no nos callamos», afirmó Mónica.
Al igual que en oportunidades anteriores, reiteró: «Me siento tan perseguida, nos sacan fotos, nos filman. Yo no le hago daño a nadie. Si me pasa algo a mí, a mi familia o a la gente que me acompaña, hago responsable al gobierno».
