Todo se inició tras el cierre de un pub ubicado sobre calle José de la Iglesia, cuando una patota de Cuyaya se encontró con un grupo de jóvenes del barrio Mariano Moreno. Efectivos policiales de la Seccional 4 lograron dispersar a los patoteros, pero no llegó a impedir que un joven fuera asesinado y otros cuatro resultaran heridos.
Algunos de la patota de Cuyaya, que viven en el viejo asentamiento ubicado entre las calles Rondeau e Hipólito Yrigoyen, fueron detenidos. Entre ellos estaría el autor del homicidio, que según algunas versiones, al ver caído en el piso al joven rival, le aplastó el cráneo con una gran piedra.
Las precarias casas del asentamiento de Cuyaya permanecían con custodia policial, porque horas después del ataque, familiares, amigos y vecinos del muchacho muerto intentaron quemar el lugar como represalia.
Fuentes policiales informaron que no solo los supuestos autores del crimen están identificados, sino que algunos quedaron alojados en una dependencia policial a disposición de la justicia y la hipótesis que manejan es enfrentamiento entre barras.