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Docentes de música se manifestaron este martes en la plaza Belgrano en reclamo no solo de sus fuentes laborales sino para pedir la continuidad del Programa de Coros y Orquestas del Bicentenario Jujuy, ante la incertidumbre provocada por el hecho de que la mitad del plantel no fue convocado para este año.
«Nos estamos quedando sin trabajo», sintetizó en diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) Leonel Quispe, uno de los profesores que se expresaron frente a la Casa de Gobierno.
De los más de 70 docentes afectados al programa, 38 no fueron convocados este año. Y la totalidad de ellos no cobraron nada este año por la falta de actividad. «No tenemos novedades, nos sentimos ninguneados», lamentaron.
Es que mientras no tienen tareas para desarrollar, siguen pagando el monotributo y el impuesto de ingresos brutos a Rentas de la provincia, porque esa es la condición para ser contratados. «Somos docentes, pero no contamos con ninguno de los derechos que tienen los docentes», describió Quispe.
El programa implica dos formas de contratación: una a través de Nación y otra a través de la provincia. «A partir de 2015 empezó a deteriorarse, sin capacitaciones ni encuentros, sin poder arreglar los instrumentos.
«Hasta febrero estuvimos sin noticias, después nos dijeron que la mitad correspondía a la provincia y la mitad a Nación. El problema es que ya nos quitaron dos meses de sueldo, porque enero y febrero no se trabajó, entonces es acumulativo», agregó el docente.
La mayoría de estos profesores y profesoras tiene otros trabajos, pero la tarea en los coros y orquestas, que se abona por hora trabajada, completa el presupuesto familiar. «Algunos tuvieron que vender sus instrumentos», reveló Quispe.
A pesar de haber pedido alguna información al Ministerio de Educación de la provincia, no recibieron respuesta. «Sabemos cómo es el acuerdo, pero pensábamos que en esta pandemia iban a tener un poquito de humanidad», agregó.
«Este programa se viene sosteniendo por los docentes, que compran las cuerdas, se juntan a hacer locro para arreglar instrumentos», contó el profesor, y completó: «El panorama es desolador».
