En la última audiencia de la 5° semana del juicio oral, público y confidencial, que duró más de ocho horas, el Ministerio Público Fiscal admitió que aún no pudo determinar cuándo fue comenzó (tiempo) el delito de asociación ilícita, “esperamos hacerlo en el transcurrir” de este juicio, dijo una de las integrantes de equipo acusatorio, Liliana Fernández de Montiel, mientras interrogaba a la testigo Natalia Bazán, quien abandonó la organización, luego de mantener problemas con Milagro Sala en el 2011. Las audiencias se reanudan la próxima semana, martes a las 14.30 horas.
La testigo dijo que comenzó a trabajar antes del 2003, “cuando conformamos la CTA y después pasamos a llamarnos Tupac Amarú”. Su testimonio fue por momentos clave para develar la causa, pero luego se convirtió en un ir y venir en sus dichos, caía en contradicciones, hasta la defensa de Milagro Sala, sobre el final de su testimonio, anunció iba a denunciarla por el delito de Falso Testimonio en el Ministerio Público de la Acusación.
Además de Bazán, que se presentó como denunciante de Sala, es la pareja del segundo testigo de ayer, Sandro “Mazoni” Enriquez y un cooperativista de San Pedro, de apellido Villarreal. Los dos hombres, también son denunciantes contra la dirigente social.
Bazán resaltó que, en la organización, “existía un departamento de finanzas y otro de administración”, y mencionó a las otras imputadas de “Pibes Villeros”, como Mirta Aizama, Gladis Díaz y Mirta “Shakira” Guerrero. Destacó a Alejandro “Pilo” Mansilla como lugarteniente de Milagro Sala, quién en los próximos días, podría convertirse en un testigo estrella para el Ministerio Público Fiscal y las querellas de Fiscalía anticorrupción y Fiscalía del Estado.
También nombró a los dirigentes sociales de la Organización de Desocupados Independientes de Jujuy (Odij), José Luis Bejarano y Emilio Cayo, como integrantes “importantes” en la Red de Organizaciones Sociales.
La mujer Bazán afirmó en las casi seis horas que atestiguó que la Tupac Amaru “giraba al estado de ánimo de Sala, la situación estaba tranquila, cuando estaba de buen humor, o sino se vivían momentos de zozobra, violentas, hasta de humillaciones”. Dijo que algunas situaciones de violencia, fueron presenciadas por ella, y otras se las contaban, según su relato al Tribunal en lo Criminal 3.
Otro momento de tensión en su relato, fue cuando denunció que “con los cheques del municipio capitalino, Sala se compró varias viviendas, para ella y su familia” y mencionó casas en el barrio de Cuyaya, una en El Carmen (donde transcurre la prisión domiciliaria y que iba a ser destinada para la recuperación de adictos a estupefacientes), en Ciudad de Nieva, hasta una casa en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Al finalizar su testimonio, Matías Duarte, abogado de Sala, solicitó al Tribunal una copia certificada del testimonio de Bazán para denunciarla por el delito falso testimonio, por considerar que la mujer mintió cuando relataba la compra de viviendas.
Luego fue el turno de otro testigo-denunciante Sandro “Mazoni” Enriquez, quien manifestó ser uno de los ex choferes de Milagro Sala. También señaló que estaba a cargo de las secciones que tenía la Tupac Amarú en las ciudades de San Pedro de Jujuy, Perico y El Carmen y antes de abandonar el acampe en el mes de enero 2015, estaba a cargo de la bloquera
Más adelante dijo que “sólo manejaba y más de una vez, viaje a Buenos Aires llevando valijas, pero resaltó que no sabía que había en el equipaje”. Declaró casi todo lo contrario a los dichos de su pareja.
Finalmente, fue el turno de Villarreal, quien trabajaba en una cooperativa de la ciudad de San Pedro de Jujuy y su esposa era la presidente de la misma. Dijo que tuvieron problemas en la Red de Organizaciones Sociales, y “nos quitaron todo, nada podíamos hacer, nos cerraron todas las puertas”. Responsabilizó de los hechos y sucesos ocurridos a la diputada provincial, Mabel Balconte y a la concejal sanpedreña, Marcia Sagardia
Luego reconoció que fueron nuevamente convocados a participar dentro de Red, cuando empezaba la campaña electoral del 2015, “aportamos 100.000 pesos a la campaña, luego de cobrar un cheque en el banco”. Dijo que construyó núcleos habitacionales en la localidad ramaleña.