Finalizó ayer la 7° semana de audiencia en el juicio oral, público y secreto de “Pibes Villeros”, donde por segundo día consecutivo testigos descargan su furia contra Milagro Sala, que finalizó una semana dura para su figura, que fue duramente atacada. Las audiencias se reanudan durante la próxima semana, el martes venidero a las 14.30 horas.
Ayer fueron cinco los testigos y uno de ellos, Leopoldo «Lalo» Basualdo, que declaró más de cuatro horas, no paró de atacar y denunciar a Milagro Sala, a quien llegó a decirle que la odiaba por el daño que le causó a él y a su familia, la acusó de instigar quemarle el vehículo a su hermano, dejar sin obras a su organización social sanpredeña y “a los compañeros que se la ganaron, luchando en la calle”. Dijo que Milagro Sala traicionó al movimiento social de Jujuy y que “por eso la odiaba y la agarraría …”.
Durante su testimonio, tuvo que ser advertido por la presidente del Tribunal en la Criminal N°3, María Alejandra Tolaba que dejará los insultos y las malas palabras para otro momento, salvo “que se lo hayan dicho a usted”.
Posteriormente, aseguró que firmó en varias oportunidades facturas en blanco a nombre de su cooperativa y que de los diez «Núcleos Habitacionales» que le dieron para construir, construyó la totalidad en la ciudad de San Pedro de Jujuy, de donde es oriundo.
El ex concejal es el principal dirigente de la Asociación de Lucha Unida de Desocupados (Alud) y perteneció a la Red de Organizaciones sociales que presidía Milagro Sala, se autocalificó como denunciante contra la dirigente social, Javier Nieva, Mabel Balconte y Marcia Sagardia.
Admitió que le hacía caso a Sala, Balconte, Sagadia y Nieva porque temía perder todo lo se había conseguido “para la gente que estaba a mi lado”. Participaba de movilizaciones, marchas, acampe, cortes de ruta porque “creía que podríamos perder por no obedecer”
En el último tramo de su relato, donde no podía dejar de lado su rencor hacia la figura de Sala, aseguró que abandonó el acampe en plaza Belgrano en la capital provincial, después de las fiestas de fin de año, porque “me contaron” que dirigentes tupaqueros cobraron una importante cantidad de dinero, pero ellos no tenían ni para comer mientras permanecían en la plaza.
Tras el extenso cuarto intermedio, otro testigo, Santiago Villareal dijo que es denunciante contra Balconte, Sagardia y Nieva. Dijo que su organización, “La 17 de octubre” fue última en incorporarse a la Red de Organizaciones Sociales, que pudo construir algunos núcleos habitacionales, en Alto Comedero y Lozano, pero no realizó la obra de enripiado en el sector de las 150 hectáreas. Dijo que vivió momentos terribles, pero no dio precisiones, ni aclaró.
El último testigo, de apellido Montoya dijo que no era denunciante, pero aseveró que percibía unos 2.000 pesos como capacitación, pero “el clan Nieva, me obligaba a darle la mitad a otra persona, que nunca conocí”. También le descontaban unos 70 pesos, para “pagar la cuota de la asociación”. Dijo que además de los imputados Nieva, en esa organización y cooperativa, estaban su madre y hermana.