Cabe recordar que Permer se constituyó en el año 2000 con el objetivo de facilitar el acceso a la energía en poblaciones rurales dispersas, alejadas de las redes de distribución, como es el caso de los poblados de la Puna y parte de la Quebrada jujeña.
El programa subsidia la provisión e instalación de sistemas fotovoltaicos o eólicos individuales para la provisión de energía eléctrica y comunicación, sistemas solares para fines térmicos (cocinas parabólicas, hornos solares, termotanques solares), sistemas fotovoltaicos para bombeo de agua potable y sistemas fotovoltáicos con mayor potencia para proyectos productivos.
“Luego de una reunión en Buenos Aires con el Ministro de Energía, Juan José Aranguren, y funcionarios de su cartera, podemos decir que se le dará continuidad a este proyecto a nivel nacional», enfatizó Pizarro y estimó que «a partir del mes de marzo lograremos tener a disposición los fondos para iniciar los trabajos necesarios y la compra de los artefactos”.
También detalló los beneficios y la población destinataria del Permer II, señalando que el programa está enfocado específicamente en escuelas rurales, centros de salud, puestos de comunicación y usuarios particulares de los diferentes poblados que quedaron afuera de la red de energía integrada.
A estos usuarios se les proveerá de un servicio eléctrico básico y se acondicionan los espacios físicos y artefactos necesarios para que funcionen con esta tecnología.
Además de los beneficios materiales, este programa conforma una mejora considerable de la calidad de vida de estas poblaciones y un impacto positivo en educación, productividad, desarrollo social y ambiente.