La misma se postergó hasta el próximo jueves, cuando tengan que brindar declaración, testigos propuestos por la defensa de los represores y por el ministerio público fiscal. Serán diez en total, entre ellos, se escuchará el testimonio de contexto de Mirta Mántaras, abogada, escritora y periodista, conocida por ser autora de libros “Caso Carrasco” (1995) y “Genocidio en Argentina”.
El primero de los testigos, fue Hugo Arias, ofrecido por el Ministerio Público Fiscal, y por los abogados querellantes de HIJOS; Andres Llupiañez y Natalia Fascio, de ATE. El mismo trabajaba en el año 1976, en la Dirección Provincial de Arquitectura y era compañero del detenido-desaparecido Paulino Galeán.
Señaló que “desconoce qué pasó con Galeán, pero por comentarios de sus compañeros de trabajo, me entere que se lo habían llevado”. “Desapareció de un día para el otro”.
También declaró, Néstor Nelson Pantoja, ex agente del Servicio Penitenciario de Jujuy, quien cumplió tareas durante el año 1976 en el sector de guardia externa de la institución, cuando un grupo de militantes del Partido Comunista, de la localidad de Tumbaya, fueron trasladados de la prisión hacia el aeropuerto jujeño, pero nunca llegaron al lugar y nunca regresaron al penal.
Durante su declaración recordó que en esa época, “se hacían traslado de presos al Regimiento Infantería 20, a cargo del personal del Servicio Penitenciario que estaban en comisión con el Ejército Argentino” y mencionó Mario Gutiérrez, a un efectivo de apellido Zarate y un suboficial que venía de esa institución”. Los dos primeros cumplen pena efectiva por integrar un grupo de tareas en Jujuy. Fueron condenados, durante el tercer juicio por los delitos de lesa humanidad en la provincia.
Por otra parte Pantoja, reconoció que la firma en uno de los traslados asentados en los libros del penal pertenecía a su persona, pero no recordó a los detenidos que figuraban en la lista, la mayoría pertenecientes al Grupo Tumbaya.
“Todos los presos políticos estaban encapuchados y el servicio lo hacía personal del Ejército Argentino, entraban por la puerta principal y nosotros no teníamos conocimiento de quienes eran”, sostuvo.
Finalmente Pantoja dejó entrever que le dieron de baja del penal ese mismo año, 1976 “porque no quería colaborar con el Ejército, porque a lo mejor en algún momento me habían dicho o insinuado que trabajara en comisión”.