Destacó que «la causa de fondo es la recuperación del tren» y que esto constituye un desafío que «construye mística».
El proyecto consta de tres fases: el primer tramo, de 92 kilómetros, unirá Volcán con Humahuaca; el segundo, Humahuaca y La Quiaca, y el último, Jujuy y Volcán.
Morales precisó que ya se rubricaron convenios con los colegios de Ingenieros y de Arquitectos de Jujuy, para «fortalecer vínculos institucionales que permitan enriquecer el proyecto» y diseñar las ocho estaciones que se desplegarán a lo largo de la línea.
El gobernador convocó «a todos los jujeños despojados de banderías políticas a hacer la historia y afrontar el desafío de promover un cambio cultural», en contraposición a los que, afirmó, «todavía creen que el tren es antigüedad».
Tras recalcar que el año próximo se comenzará a trabajar en la rehabilitación de diversos tramos del Belgrano Cargas correspondientes al Norte Argentino, empresa que representará «hacer todo de nuevo», defendió esta iniciativa afirmando enérgicamente que el ferrocarril «es modernidad».
Enfatizó que la Línea Ferrovial Jujuy-La Quiaca enriquece la proyección auspiciosa de la infraestructura estratégica para reposicionar la capacidad de transporte y la actividad turística, puesto que se conjugará con el lanzamiento de la licitación en septiembre próximo de la obra del nuevo aeropuerto internacional Horacio Guzmán.