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Procesaron a Milagro Sala por tentativa de homicidio en la causa por la balacera

El juez Pablo Pullén Llermanos confirmó en conferencia de prensa el procesamiento de Milagro Sala en la causa que investiga la balacera ocurrida en 2007 en el barrio ex Azopardo, por el delito de homicidio en grado de tentativa. La misma decisión tomó sobre el imputado Fabián Alberto Ávila. En el mismo expediente, ya estaba procesado Alberto “Beto” Cardozo. La víctima del intercambio de disparos fue una menor.

“Estamos hablando de un delito severamente penado, que en el grado de tentativa, si se encuentra culpable a la persona, tiene entre 15 y 20 años de prisión”,  precisó el magistrado.

Consultado sobre los pasos que siguen a este acto procesal, Pullén Llermanos respondió: “Ahora esperamos que causa siga el derrotero recursivo, ya que los abogados de Milagro Sala nos tienen acostumbrados a que recurren todo lo que dictamos. Parece que no quieren llegar a juicio”, se quejó.

Los que saben de derecho penal y conocemos del tema, sabemos que todo se resuelve en el debate, en el juicio. Entonces es llamativo que no se quiera llegar al juicio y ofrecer la prueba que se tiene de descargo y probar la inocencia de los acusados”, agregó.

Es el segundo dictado de prisión preventiva que pesa sobre Milagro Sala, pues ya tenía en el expediente de la causa que investiga la agresión que sufrió en 2006 el entonces dirigente de la CC Luca Arias, en el que la dirigente social está procesada por lesiones graves.

Consultado sobre las pruebas sobre las que se apoyó para dictar el procesamiento de Sala, detalló: “Existe prueba testimonial de gente que ha decidido declarar en contra de Milagro Sala y puso de manifiesto el entuerto este y todo lo que ocurrió. Hay prueba documental, pericias técnicas, un montón de elementos. El expediente tiene como doce cuerpos”.

Repudios

Pullén Llermanos aprovechó la ocasión para repudiar “vehementemente” la amenazas que vienen recibiendo “funcionarios del Poder Judicial y del Ministerio Público de la Acusación”.

Reveló que “un abogado que defiende a una correligionaria de Milagro Sala” también fue presionado “a los efectos de que no se acoja a ningún tipo de beneficio, por la pronta sanción de la ley del arrepentido o por voluntad propia declare, para que no declare en contra de Milagro Sala”.

Para el juez, esto “pone a las claras la naturaleza de la gente con la cual estamos combatiendo; es crimen organizado, básicamente”.

El magistrado manifestó que los organismos internacionales que reclaman la liberación de Milagro Sala “hacen caso omiso a lo que estamos diciendo”, y lo explicó a través de “una constitucionalista muy reconocida que en la televisión de Buenos Aires dijo que si los testigos son amenazados y los funcionarios también son amenazados, el Poder Ejecutivo debe garantizar la seguridad de los mismos”.

“Es imposible que el Poder Ejecutivo garantice la seguridad de todos los testigos y de todos los funcionarios judiciales las 24 horas del día ante una organización mafiosa como la que lidera Milagro Sala”, respondió Pullén Llermanos.

“Por eso ella va a seguir detenida”, concluyó, categórico, y denunció que “como no lograron la liberación de Milagro Sala con las Naciones Unidas y todo el lobby que han estado haciendo a nivel internacional, ahora están mostrando su naturaleza y procediendo a efectuar amenazas y demás”.

“Así que no les extrañe que ocurra algún atentado o alguna cosa contra alguno de nosotros –advirtió-. Estamos custodiados, pero evidentemente la custodia no puede estar las 24 horas. Si ocurre algo, ya saben quién es la responsable”.

Libertad

“Si el principio general es la libertad, no sé qué hacemos entonces con aproximadamente 40 presos con causas elevadas a juicio desde hace años. Entonces, ¿dónde queda el derecho a la igualdad?”, afirmó Pullén Llermanos.  

Argumentó que cuando una persona obstruye en avance del  proceso, no se puede avanzar. “Si la persona lo obstruye dando mal el domicilio, no se la encuentra, hay que hacerla traer con la fuerza pública, hay que declararlo en rebeldía, y así pasan los años y la acción penal prescribe”, ejemplificó.

“En última instancia, todo puede ser una cuestión interpretativa –aclaró-. Supongamos que se puede discutir si hay o no riesgo de fuga, pero eso lo resuelve el juez de la causa. Y para eso hay vías recursivas. Nadie más puede entrometerse”.

Le preguntaron luego si se siente presionado por los pedidos de liberación que provienen de organismos internacionales. “Yo no me siento presionado por nadie –respondió-; ni por los organismos internacionales ni por el gobierno argentino ni por la propia presidenta del Superior Tribunal de Justicia. Nosotros actuamos con total independencia”.

“A mí no me interesa lo que digan los organismos internacionales”, aseguró. 

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