Tres de los seis acusados fueron condenados a perpetua. Se trata de Antonio Vargas, Ricardo Ortiz, que fueron encontrados responsables de los delitos de homicidio, privación ilegítima de la libertad y tormentos, y César Díaz, considerado culpable del delito de homicidio. Mario Gutiérrez, que recibió 15 años de prisión, fue señalado como responsable de los mismos delitos.
“En el caso de los tres condenados a perpetua, las sentencias coinciden en una parte con los requerimientos de la acusación, del ministerio público y de las querellas”, indicó Pelazzo.
En los casos de Carlos Ortiz y Herminio Zárate, se declaró la falta de mérito en la acusación por asesinato, por lo que la pena se redujo a 12 y 9 años, respectivamente, por los delitos de privación ilegítima de la libertad y tormentos. Pelazzo adelantó que se apelarán estas condenas.
“En estos juicios, una de las particularidades es hasta qué punto la pena tiene una consecuencia positiva en las víctimas”, comentó el fiscal, y destacó la declaración pública de Claudia Scurta, hija de Dominga Álvarez de Scurta, una de las víctimas: “Ella dijo que lo importante es que quedó establecido quiénes fueron los responsables de los delitos, y eso es lo que queda en la historia”.
Pelazzo recordó la importancia de que se realicen los juicios, “porque hubo un periodo de impunidad bastante largo; es muy importante que los familiares sientan que, en algún punto, la justicia se hace cargo de sus responsabilidades”.