A pesar de las obras que avanzan en el Big Mall donde se reubicó a los vendedores callejeros, hay preocupación por el límite horario que se impone a los ambulantes.
Marcelo Cabero, referente de la Asociación de Trabajadores Ambulantes y Vendedores Independientes (Atavi), explicó a El Submarino Radio que los vendedores que por estos días se ubicaron sobre la avenida Éxodo son los que se habían instalado dentro del predio, pero debieron salir porque se está trabajando en el techo. Cuando las obras terminen, volverán al interior.
«Se están haciendo obras, pero es un emprendimiento privado; el municipio no pone un peso», aclaró, y advirtió que cuando finalicen los trabajos «van a ingresar los mismos que ya estaban adentro, no se van a sumar más porque no hay espacio físico».
Desde Atavi se quejan de que el plan de reacomodamiento de los vendedores es perjudicial para la actividad. «El problema es que fuimos a reclamar espacios públicos y ahora pretenden que la gente trabaje 4 horas y en el horario que diga el municipio. Y siempre ponen horarios en los que no hay ventas, no hay gente», comentó.
El problema, además, es que el municipio lanzó una convocatoria amplia, en la que se anotaron 1700 personas «porque la necesidad es enorme», indicó Cabero. Pero ya se sabe que no habrá 1700 permisos para que todos puedan trabajar.
«Están ilusionando a la gente. Les dan 30 números, y hay gente que va a dormir con los hijos para que la atiendan al otro día, y lo que único que hacen es darles una carpeta», detalló, y agregó: «No pueden humillar así a la gente».
Precisó además algunos aspectos del trámite: «En Espacios Públicos, en el mercado de la Balcarce, le dan a la gente un comprobante que dice que recibieron la carpeta, y la secretaria de Carlos Torres, Alejandra Perovic, pone en ese comprobante el horario en el que tiene que trabajar la persona». Sin embargo, en la ordenanza no está estipulado ningún horario. Ahí solo dice que nadie puede trabajar más de 12 horas en la vía pública.
«Les mienten a la gente -denunció Cabero-, porque les dicen que salió otra ordenanza que dice que tienen que trabajar 4 horas, y eso es falso. Y les dicen que si no cumplen, le hacen decomiso, van y le roban la mercadería. A los compañeros de Atavi, que están más informados, no los tocan; pero se aprovechan con las demás personas, las que no saben. Por eso les decimos que se acerquen y nos cuenten. Nosotros no podemos estar en todos lados, pero medianamente estamos frenando bastantes cosas».
-Ustedes mantuvieron hace poco una reunión con el secretario de Gobierno, Gastón Millón. ¿Qué pasó en esa reunión?
-Había un acuerdo, pero siguieron molestando a la gente todo el fin de semana. Por eso fuimos el lunes a Espacios Públicos, a reclamar. Lo que nos decían era que Gastón Millón no les había comentado nada, que no estaban al tanto. Entonces nos quedamos en la oficina hasta que Millón se comunicó, y recién se dieron por enterados.
-¿Cuántos vendedores hay en el Big Mall?
-En la parte de abajo son 150, más o menos, y arriba hay 200. El tema es que los que están arriba no son todos ambulantes, es gente emprendedora que decidió pagar su negocio y se ha instalado.
-¿Cuánto pagan de alquiler?
-Por ahora están pagando cerca de 2500 pesos, que con lo que le pagan al sereno se hacen 3 mil pesos por mes.
-¿Qué va a pasar con la prohibición de la venta de ropa usada?
-Eso va a ser terrible, porque a nivel nacional se da una situación de exclusión. Por ejemplo en Tucumán estuvieron demoliendo puestos de ambulantes, y eso es una clara política de excusión, de migrantes internos y externos. Los quieren sacar de la Capital Federal y mandarlos al interior. Hay una persecución grande hacia el vendedor minorista, el “contrabando hormiga” de subsistencia, es decir, el que viaja a Bolivia y trae un poco de mercadería y viene a venderla. A eso se lo está atacando de manera terrible, sin dejar posibilidad. No entendemos por qué quieren matar de hambre al pueblo.
-¿Y en Jujuy arreglaron algo sobre el tema de la venta de ropa?
-Por ahora estamos normal. Lo que nos dice el municipio es que ellos no tienen nada que ver, que ellos habilitan el lugar y que la gente venda lo que quiera. Y que no es responsabilidad de ellos si viene Gendarmería o la Afip. Ellos no quieren que se venda ropa en la calle, ni usada ni nueva.
-¿Cómo está la situación en el interior de la provincia?
-Nos estamos acercando a las diferentes ferias. Empezamos a trabajar con compañeros en Perico, en Fraile, y arrancamos con el tema de los campesinos. Y estamos por trabnajar en Pichanal, Salta. Nos estamos conociendo de a poco. Muchos no están acostumbrados a organizarse. Nosotros tenemos una organización de años, pero en otros lados no han tenido el proceso que hemos tenido nosotros. Primero nos reciben con desconfianza, pero después bien. La idea es llegar a organizarse entre todos.
-¿Tienen prevista alguna medida o actividad?
-El sábado vamos a estar movilizando por el #NiUnaMenos y el domingo vamos a hacer una jornada de trabajo voluntario que hemos llamado Micaela García, en homenaje a la compañera militante barrial asesinada en Gualeguay. Es una jornada de lucha y reflexión en la que van a participar 300 compañeros de Atavi limpiando el Río Chico. Nos juntamos en la Dorrego desde las 8 de la mañana hasta las 14 horas.