‘Quien quita el pan al pobre es un asesino’* 

Frente a un presidente cruel que deja morir de hambre, subsisten movimientos sociales y sindicatos, agrupaciones políticas e iglesias, grupos religiosos y vecinales, con nula ayuda de parte del gobierno nacional, que convocan diariamente a un ejército de personas voluntarias que “luchan con todo para que las personas y familias con hambre rescaten su pan”, al decir comprometido y concreto de Carlos Mugica, asesinado hace 50 años.

El gobierno nacional se obstina en llevar adelante un plan económico en bien de pocos y en mal de muchos, sin hacerse cargo del hambre, que está planificado.

Hasta el escándalo de acumular lo que ya tendría que haberse repartido en semejante emergencia alimentaria.

Mientras tanto, ha ido creciendo un estado de alerta social en torno a los depósitos de la avaricia empobrecedora.

A este clima de indignación pública quisimos aportar con el anuncio de una inminente huelga de hambre, en solidaridad con quienes “no hacen huelga con su hambre” -como reconocía el mismo Mugica-, con quienes son víctimas del gobierno nacional que les ha robado su pan.

Se levanta por ahora –subrayamos, por ahora- esta medida de fuerza, que habíamos previsto para el martes 4 de junio, al día siguiente de la movilización Ni Una Menos 2024, a la que nos adherimos, contra el hambre y el odio misógino y lesbohomofóbico, contra la Ley Bases y el DNU.

Pero seguimos en alerta, exigiendo que el gobierno no solo reparta los alimentos cercanos a su fecha de vencimiento, sino también los otros, y que se comprometa con transparencia e idoneidad públicas, de modo fehaciente y eficaz, destinando políticas y recursos a la emergencia alimentaria por él mismo causada.

Para eso es necesaria e imprescindible la renuncia de la ministra Sandra Pettovello.

Nos hacemos eco del desafiante legado de Nora Cortiñas: “Hay que salir a pelear porque el país se viene abajo; el país perdió soberanía, perdió libertad, está con hambre”.

Y recordando al Arzobispo de El Salvador, Oscar Romero, asesinado en 1980, “en nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, le suplicamos, le rogamos, le ordenamos” a este gobierno nacional “cese la represión!”, la del protocolo, la de decretos y leyes inconstitucionales, como la Ley Bases y el DNU, y la represión del hambre.

Rodolfo Viano, hermano franciscano y Cura en Opción por las y los Pobres 
Luis María Alman Bornes, menonita, copresidente del Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos 
Ayrton Blanco, militante villero de Ciudad Oculta
Nicolás Aguilar, hermano franciscano
Francisco “Paco” Olveira, Cura en Opción por las y los Pobres

* Eclesiástico 34, 21

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