En el marco de la investigación de una red que captaba a niñas y adolescentes que era abusadas sexualmente en un residencial, ya son 23 las personas detenidas con prisión preventiva, entre ellas una mujer.
Así lo confirmó a El Submarino Radio (FM Conectar 91.5) el fiscal a cargo de la investigación, Rodrigo Fernández Ríos,
La mayoría de las 23 personas detenidas con prisión preventiva están acusadas de grooming, corrupción de menores y abuso sexual con acceso carnal. Entre ellas hay una mujer. Fernández Ríos reveló que hay otras mujeres imputadas, pero que aún permanecen en libertad.
«La investigación penal preparatoria continúa. Está trabajando el departamento informático forense del MPA, haciendo extracciones de datos y el análisis de esos datos. Por la cantidad de personas y elementos electrónicos secuestrados, eso va a llevar un tiempo», explicó el fiscal.
Esos elementos fueron requisados en varios allanamientos que se realizaron en la capital y en distintas localidades del interior de la provincia.
Por las evidencias reunidas hasta ahora, Fernández Ríos consideró que «antes de que se venzan las preventivas vamos a estar requiriendo la elevación a juicio».
Contó que las declaraciones de algunas de las víctimas en Cámara Gesell permitieron identificar a las personas que fueron detenidas en las últimas horas. «Han surgido nuevos datos a partir de la declaración de ellos y de otros testigos», indicó, y adelantó que aún resta tomar más testimonios.
La expectativa es que esas nuevas declaraciones revelen detalles que podrían llevar a que se amplíe la imputación de algunos de los que ya están con preventiva.
Sobre los delitos de los que se acusa a los imputados, Fernández Ríos precisó que «todavía no encontramos evidencia de otros, pero no se descarta que pueda haber una ampliación de imputación porque la investigación está en curso».
La causa comenzó con la denuncia de una madre en el mes de diciembre del año pasado, cuando descubrió que su hija sufría por una situación de grooming. A partir de allí se descubrió a una banda que se dedicaba a la captación de menores de edad, mediante engaños, a quienes llevaban a un residencial de la zona de la vieja terminal donde eran abusados sexualmente.
En ese hospedaje trabajaba Federico Agudo, cuya familia denunció como desaparecido. Su cuerpo fue encontrado días después en las inmediaciones del dique Las Maderas. Según la autopsia, se quitó la vida.
Este hombre era sobrino del dueño, Raúl Ruarte, quien está detenido y alojado en la unidad carcelaria N° 7 en Alto Comedero. Su hijo, Alejandro Ruarte, está prófugo.