Referentes de organismos de derechos humanos se reunieron por más de dos horas con el presidente Alberto Fernández para reclamarle una «solución política» a la situación de Milagro Sala. El mandatario reiteró que no va a firmar un indulto porque «lo voltearían en diez minutos» y adelantó que abogados expertos en tratados internacionales están trabajando en el caso de la dirigente social.
Eduado Tavani, de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH); Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, y Lita Boitano, presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, participaron entre otros de la reunión con el jefe de Estado que se realizó este jueves en la Casa de Gobierno.
También estuvo, en representación de la Liga Argentina por los Derechos Humanos (LADH) el dirigente social Javier Nieva, quien fue condenado a 8 años en el juicio Pibes Villeros -el mismo en el que se condenó a Milagro Sala- y obtuvo la libertad condicional el 31 de agosto pasado tras haber cumplido los dos tercios de la condena.
En diálogo con El Submarino Radio (FM Conectar 91.5), Nieva sintetizó: «Fue una reunión muy cordial pero que empezó muy fuerte con las Madres pidiéndole a Alberto el indulto para Milagro, a lo cual él enseguida dijo que no. Entonces le pidieron que cuando sea el momento dé los motivos de por qué Milagro sigue presa».
Taty Almeida fue más allá: le dijo que si no logra la libertad de la dirigente social en un tiempo cercano, las Madres no van a volver a reunirse con él. «No quieren ser parte de lo que pueda pasar», señaló Nieva.
Tal como lo había expresado públicamente, el Presidente les explicó que no va a firmar un indulto en favor de Milagro Sala porque «se lo voltearían en diez minutos», refirió Nieva.
«Así lo dijo: un juez me pone el indulto como inconstitucional y sería ilusionar a Milagro y tendría que volver a la cárcel», completó.
Para Nieva, la reunión fue «muy positiva», porque, más allá de la dureza con que se conversó en algunos tramos del encuentro, «Alberto está trabajando en buscar la forma de que Milagro recupere la libertad».
En el mismo sentido se expresó Taty Almeida, quien en declaraciones a la prensa sostuvo que «él tiene voluntad realmente para indultar a Milagro Sala».
Tavani, por su parte, dijo que el encuentro «fue un intercambio duro de opiniones y miradas; él sigue sosteniendo que no puede prosperar el indulto» y dijo que «nosotros creemos que sí, así como creemos que puede prosperar la intervención a la justicia provincial, que es lo que venimos a plantearle».
El próximo 16 de enero, Milagro cumple siete años detenida. Si bien los referentes de derechos humanos no le dieron al Presidente un plazo para que resuelva la situación, esa fecha aparece hoy como un faro. Será el día en que toda la atención estará puesta en Alberto Fernández para ver si realmente encontró la manera de otorgarle la libertad.
La salud de Milagro
«Cuando me tocó hablar a mí, le dije que si él, como presidente, no hacía nada por Milagro, sería cómplice de lo que le pueda pasar», relató Nieva.
La referencia tiene que ver con el estado de salud de Sala, quien tiene un coágulo que implica una situación de alto riesgo. «Gerardo Morales quiere volverla a la cárcel. Pero su estado de salud es muy delicado. La cárcel la podría matar y no podemos ser cómplices», afirmó Nieva.
«Pero el presidente es consciente de la enfermedad de Milagro y sabe que corre riesgo su salud», agregó.
Presa política o detenida arbitraria
En el encuentro, los dirigentes de derechos humanos le expresaron a Fernández su molestia por la calificación de «detenida arbitraria» con que suele referirse a Milagro Sala. «Milagro es una presa política», reafirmaron.
Nieva reveló la respuesta del presidente: «Dijo ‘si yo digo que es una presa política no me dan bola’.»
«Eso quiere decir que la elegancia, el romanticismo que le pone a sus palabras es solamente para aquellos que lo escuchan», reflexionó Nieva.
Más allá de las palabras, Alberto Fernández dijo en la reunión que la situación de Milagro Sala «es un tema de Estado» y que está trabajando junto a abogados expertos en tratados internacionales para ver la forma de lograr la libertad.
«Habló también de unificar las causas -relató Nieva-, porque sólo puede indultarla en causas federales».
En ese sentido, el dirigente recordó que antes de elevar a juicio la causa Pibes Villeros «los fiscales pelearon mucho para que sea provincial, justamente por eso. Así, mientras esté el gobierno de Morales, Milagro no va a poder lograr la libertad».
‘Vienen por todo’
-¿Con qué sensación saliste de la reunión?
-Yo lo vi con muchas ganas de solucionar el problema. Veo otra predisposición. Después del fallo contra Cristina (Fernández de Kirchner), del fallo de la Corte en contra de Milagro y después a favor del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, me parece que el gobierno tiene que tomar decisiones en cuanto a la Corte Suprema. Hay que tomar cartas en el asunto y eso le pidieron los compañeros en la reunión.
-¿Le contaste tu situación?
-En el momento que me tocó hablar, le conté todo lo que sufrimos y lo que pasamos. Conté que cada noche, en mi lugar de detención, había soñado con ese momento. No sé si con el presidente, pero el momento de poder expresar todo lo que me hicieron. Y bueno, lo pude hacer con el presidente de la Argentina. No es poca cosa.
-Estuviste en el acampe en Plaza de Mayo. ¿Cómo lo viviste?
-Vi una unidad más grande. Creo que hay un camino de unidad y hay conciencia para tratar de rescatar a aquellos compañeros y compañeras que hoy se encuentran secuestrados por el Poder Judicial de la provincia. No se puede decir de otra manera. Y también otros que se encuentran secuestrados en otros puntos de la Argentina, que no dejan de ser presos políticos, como Ricardo Jaime y muchos cumpas más. Lo que se hizo con Cristina ya se había hecho antes en Jujuy con Milagro. De eso hablamos en la plaza con compañeros y compañeras. Me parece que en aquel tiempo no hubo mucha fuerza como para luchar y evitar que lo que pasó en Jujuy le pase a Cristina. Hay que discutir y debatir más profundo en las organizaciones sociales, en los sindicatos. Porque vienen por todo. No es Cristina, no es Milagro. Es Cristina y es Milagro, pero también son todos y todas.