Reforma Laboral: la promulgación de un régimen esclavista en pleno siglo XXI

Por Alí Rida Eric Peralta Secretario General de la OLA-Organización para la Liberación Argentina

El gobierno nacional envió por partes el proyecto de reforma laboral, buscando avanzar en una media sanción, desde los puntos «menos polémicos», de lo que será sin dudas la promulgación de un régimen esclavista en pleno siglo XXI.

Mauricio Macri antes de salirse de urgencia a otras “mini vacaciones”, resolvió que el Ejecutivo enviara tres capítulos de la Reforma Laboral al Senado, según informaron medios nacionales.

Buscando como primera instancia obtener el consenso para que los legisladores aprueben el blanqueo de trabajadores, que les permitiría a los empleadores evitar multas por haber tenido a sus trabajadores en la informalidad, haciendo por ejemplo que el Estado absorba los aportes no realizados por los empresarios al sistema previsional.

Vuelven a reinstalar, al igual que en los 90, las pasantías entendidas como «capacitación laboral» continúa y no como vínculo laboral.

Y buscan también para la media sanción la creación de una agencia de evaluación de tecnología médica, para impedir litigios contra las Obras Sociales. Objetivo perseguido por la alianza Cambiemos y acompañado por el liderazgo sindical, buscando vulnerar a los trabajadores ante un accidente laboral, limitando los reclamos a la ART y la Justicia al mismo tiempo, generando que solo se pueda recurrir a los Tribunales cuando la vía burocrática y administrativa esté agotada.

De tener acuerdo sobre estos puntos Macri podría conseguir la media sanción para dar los primeros pasos de una Reforma laboral que busca un nuevo régimen esclavista en pleno siglo XXI, fuera de este primer debate quedaría el polémico cálculo de indemnizaciones -el aguinaldo quedaría al margen de la base de cálculo del monto a cobrar por el trabajador, también afuera de esa variable estaría lo que se haya cobrado por horas extras, comisiones y premios-, y la creación de un fondo de desempleo que desde el cinismo más cruel haría que el trabajador se pague su propio despido.