Inmediatamente, personal operativo de la empresa estatal programó la reparación, del colector principal de 600 mm de material PRFV, ya que el mismo estaba aplastado. Se movilizaron maquinarias y equipos pesados para su reparación, excavando la zona dañada para luego hacer un canal a cielo abierto para volcar los líquidos cloacales hacia el otro extremo del colector dañado.
Por último, la operación de logística e ingeniería sanitaria se procedió a preparar una zanja, tipo canal para reemplazar el colector dañado; además se colocaron dos caños corrugados de PE de f600 mm para reforzar el ducto y de esa manera se logró solucionar un problema que hubiera generado un impacto socio-ambiental negativo en la zona.